Viene la primera gran prueba de fuego para el gobierno de Andrés Manuel López Obrador en su relación con el gobierno de Estados Unidos encabezado por Donald Trump.
Sin duda, es el desafío más grande que puede enfrentar cualquier presidente de México.
Esta semana será fundamental para la delegación mexicana, encabezada por el secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, en su intento por evitar que entre en vigor la aplicación de un arancel creciente de 5 a 25%, que al final representaría la “muerte”, de facto, del acuerdo comercial trilateral. El desafío que enfrenta el presidente de la República implica, al mismo tiempo, rescatar el proceso de ratificación del acuerdo comercial con EU y Canadá; superar la crisis migratoria centroamericana, y evitar la embestida arancelaria anunciada por el presidente norteamericano, que tendría desastrosas consecuencias económicas para nuestro país.
Consecuencias catastróficas
De entrar en vigor la violatoria amenaza arancelaria del presidente norteamericano, las consecuencias en México serían: una fuerte devaluación del peso frente al dólar, el impacto negativo en las cadenas mexicanas de exportación e inexorablemente una recesión económica.
El expresidente de México Enrique Peña Nieto sorteó exitosamente la amenaza de Trump de denunciar el TLCAN y, junto con el presidente electo, logró el compromiso de aprobar el acuerdo renegociado.
Cuando parecía que ya sólo era cuestión de tiempo para que el acuerdo comercial fuera ratificado e incluso los gobiernos de los tres países habían iniciado sus respectivos procesos legislativos, al presidente López Obrador le llegó de manera inesperada, y en el lenguaje más salvaje y amenazador, la instrucción de su homólogo estadounidense para aplicar, por motivos de seguridad nacional, el arancel creciente, condicionado a una solución dramática por parte del gobierno mexicano para detener la oleada migratoria centroamericana.
¿Una amenaza más?
Luego de la carta que envió el presidente mexicano al de EU, no hubo respuesta alguna y la delegación mexicana, encabezada por Ebrard, que viajó a Washington, no fue recibida, aunque sí logró cita para iniciar el diálogo este miércoles 5 de junio.
Se anunció que se agregarían los secretarios de Economía y Agricultura, Graciela Márquez y Víctor Villalobos, entre otros.
Sin embargo, ayer domingo, el presidente Trump arremetió nuevamente contra México al asegurar en Twitter que “es un abusador de Estados Unidos”, y advertir que muchas empresas y puestos de trabajo que fueron establecidos al sur de la frontera serán llevados de vuelta a su país a través de impuestos.
Como acostumbra, su gobierno recibirá a la delegación mexicana con un descolón tuitero. Aseveró vía esa red social que: “la gente lleva años diciendo que tenemos que hablar con México. El problema es que México es un ‘abusador’ de Estados Unidos, que toma, pero nunca da. Ha sido así durante décadas”. Trump ha atacado y amenazado a México desde junio del 2015 cuando pronunció su discurso para lanzar su candidatura a la presidencia de ese país.
Desde entonces, no ha cesado su furia verbal en contra de México, los mexicanos e incluso el expresidente mexicano.
Sin embargo, a pesar de sus incesantes amenazas, los gobiernos de los dos países celebraron cinco rondas de negociaciones hasta que concluyeron y se comprometieron a ratificar el USMCA.
No parece que en esta ocasión se trate sólo de una amenaza más.
El jefe de gabinete en funciones de la Casa Blanca, Mick Mulvaney, advirtió ayer domingo que el anuncio del presidente Trump sobre aplicar aranceles de 5% a las importaciones mexicanas es “tremendamente serio”.
El secretario estadounidense de Seguridad Interior, Kevin McAleenan, señaló que la Casa Blanca dejó claro que lo necesario es una amplia reducción en el número de quienes cruzan la frontera hacia Estados Unidos sin documentos.
Daños, el cálculo
Un arancel de 5% sobre los bienes importados de México, que el año pasado totalizaron 346,500 millones de dólares, implicaría un aumento de impuestos en las empresas y consumidores estadounidenses de 17,000 millones de dólares.
Además, esa cantidad alcanzaría 86,000 millones de dólares si las tarifas llegan al máximo tope, de 25%, de acuerdo con un análisis de la Cámara de Comercio de Estados Unidos (US Chamber of Commerce).
Estos aranceles serán pagados por las familias y empresas estadounidenses, sin hacer nada para resolver los problemas reales en la frontera, dijo Neil Bradley, vicepresidente ejecutivo y director de políticas de la Cámara. Por su parte, la Asociación Nacional de Manufactureros en Estados Unidos (NAM) afirmó que los aranceles contra México anunciados por el presidente Donald Trump serían devastadores.
La NAM representa a 14,000 compañías, desde pequeñas empresas hasta líderes mundiales, en todos los sectores industriales.
El desafío para López Obrador es mayúsculo. Veremos si su estrategia da resultados positivos.
ATISBOS
CONTRIBUCIÓN. El exsecretario de Energía Pedro Joaquín Coldwell solicitó a la Fiscalía General de la República que lo cite a declarar en torno a la operación de compra de Agro Nitrogenados, realizada por Pemex, y por la cual acusan al exdirector de Pemex Emilio Lozoya de haber pagado un sobreprecio y acciones de presunta corrupción. Coldwell desea saber en qué indagatorias se le relaciona y asegura que su conducta como servidor público siempre se ha sujetado a la ley y que está dispuesto a contribuir al esclarecimiento de los hechos.
Tomado de El Eonomista