Siempre hemos pensado que se puede debatir cualquier tema sin recurrir a las ofensas a las personas. Hoy escribí algo de eso en Facebook y Marco Antonio Lobato (foto) comentó: «la ofensa y la diatriba son el único rincón y escondite de la ignorancia y la vanidad hueca. Quienes razonan con argumentos sólidos no necesitan ofender y hasta se les reconoce porque se expresan de manera profesional». Y José Luis Aceves escribió: «la ofensa refleja falta de seguridad, incapacidad para expresarse, falta de respeto a quien atiende lo que escribimos, falta de educación, falta de cultura y falta del valor y del conocimiento que se requiere para argumentar sin ofender». ¡Bien!