“…Sí, estos son otros tiempos en México. Los periodistas y el presidente estamos aprendiendo a coexistir. Pero habitamos espacios distintos. El nuestro, siempre, debe ser del otro lado del poder. Sea quien sea quien lo ejerza.”
Jorge Ramos (12 de abril de 2019)
Hace 26 años, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) declaró el 3 de Mayo como el Día Mundial de la Libertad de Prensa, para recordar a los comunicadores africanos que en mayo de 1991 en un Seminario de la Organización Educativa, Científica y Cultural de Naciones Unidas organizado por la UNESCO en Namibia, elaboraron un documento -basado en la Declaración Universal de Derechos Humanos-, donde se recogían los principios de la libertad de prensa africana, independiente y pluralista, hecho del que surgiera la Declaración de Windhoek.
Y, no obstante que dos años después, la propia ONU declaró formalmente la celebración anual de la Libertad de Prensa, la delicada situación profesional que está experimentado, en el pasado y en el presente el sector periodístico y de comunicación en el mundo y en especial en nuestro país, la pone en alerta y en particular a los dedicados a esta noble labor que se perciben vulnerables ante los embates de quienes desean –por conveniencia–acallar sus voces. Como nunca la prensa mundial, nacional y local se percibe en su peor momento.
De unos años acá, la pérdida de empleos para periodistas profesionales derivado del cierre de numerosos medios de comunicación es ya una constante. Los comunicadores padecen limitaciones, exclusiones, acosos, persecuciones y detenciones no sólo de parte de algunos gobiernos sino también de la delincuencia organizada, particularmente en zonas de alto riesgo, por ello hoy se lamenta la pérdida de muchas vidas , de comunicadores—hombres y mujeres valientes– víctimas de la violencia y de la inseguridad. En México, desde el año 2000 a la fecha, son 126 periodistas asesinados. 47 en el gobierno federal anterior y en lo que va del presente van 6.
Lo anterior es indicador de que, si la prensa se convierte-como algunos lo piensan– en el personaje incómodo de la actualidad, es porque también el grado de descomposición social y de la parte gubernamental es alto. No importa el gobierno que llegue, ni de que siglas sea.
Hoy en el país hay otras formas de trato a los medios: conferencias mañaneras, conferencias mañaneras y conferencias mañaneras, a través de los medios y periodistas elegidos que tienen acceso a éstas. Sin embargo el trato, no es nada cordial. Hoy la provocación a través de la calumnia contra ciertos medios no afines a la Presidencia, para generar desprestigio y con ello desconfianza hacia éstos, ralla en la intolerancia. Y para muestra lo sucedido el pasado 22 de mayo en donde, de la propia Presidencia de la República, surgió un listado de 36 periodistas y sus empresas que supuestamente: “recibieron contratos –entre 2013 a 2018, durante la administración federal anterior, por un monto total de un mil 81 millones 716 mil pesos por publicidad y gastos de comunicación” . Información que publicara el periódico Reforma, que hizo evidente la intención de la Presidencia de señalarlos o exhibirlos como si fueran delincuentes o corruptos, sin que mediaran fundamentos legales que demostraran que habían realizado algún acto ilegal en el ejercicio de su profesión. El que un Presidente se preste a la injuria—pues la nota la dijo él en particular– es grave. Desde luego que el hecho causó seria molestia a los comunicadores agraviados y hubo necesidad de recular ante el reclamo de algunos que expresaron con claridad que se estaban vulnerando sus derechos profesionales.
Y ello se ha percibido como un mal presagio, porque un gobierno debe estar abierto a la crítica y a la opinión diferente, porque siempre habrá personas que no están de acuerdo con éste. Porque si lo que se observa o demuestra es un gobierno federal con piel delgada que no acepta que se le confronte con bases y menos que se le contradiga, aunque sean mentiras las que exprese frente a la sociedad, sólo exhibe la falta de tolerancia y de respeto hacia quienes cumplen con su labor y hacia los ciudadanos que observan, leen y escuchan medios y son inteligentes.
Lo grave será que lleguemos al extremo de otros países, en donde la intolerancia del gobierno hacia lo que expresan los periodistas o la comunidad, se reprime a través de la coacción, la represión o la muerte, violando garantías individuales e institucionales, poniendo al margen los principios de respeto hacia la libertad de expresión, sustento ideológico histórico de los comunicadores para hacer profesionalmente su trabajo. Esos países hoy se distinguen por tener a sus pueblos en la crisis total económica, social y política.
Pero, para quienes ya han olvidado la importancia de fomentar una prensa: 1) libre e independiente, 2) pluralista y 3) humana, les recuerdo lo siguiente:
1.-Una prensa libre e independiente. Es valiosa, porque sin duda busca estar fuera del control del Gobierno. Ésta tiene que estar separada de la manipulación de éste, porque si se alía dejaría de ser objetiva. Su misión es descubrir la verdad y ello implica decir lo que se está haciendo mal y señalarlo a tiempo. Pero eso no quiere decir que no se vincule con el gobierno, pues es útil detallar lo bueno que se hace a favor de la sociedad, observar los errores y sugerir los cambios para que los problemas se resuelvan, aunque hoy eso parece ser un pecado y contraiga represalias, incluso amenazas. Pero por otra parte, el comunicador también debe generar y obtener información fidedigna para poder transmitir los hechos de manera realista, honesta y comprobada, por eso debe estar cerca de la fuente con fines profesionales.
2.-Una prensa pluralista. Ésta busca recoger todas las expresiones ideológicas, en la opinión ciudadana y en la visión del comunicador cultivado; también busca el final de monopolios y para ello debe dar entrada a la existencia del número mayor posible de medios de comunicación (periódicos, revistas, televisión, radio, etc.) independientemente de sus tendencias culturales, ideológicas y políticas, para hacerla más accesible y refleje el mayor rango de expresión de comunicadores, expertos y la comunidad. Muy diferente de cuando se piensa, que el ser plural es ser selectivo en las ideologías o impositivo de unas cuantas formas de expresión; o cuando se valida sólo unas cuantas firmas o cadenas comunicadoras que acaparan la información dejando sin posibilidades a otras expresiones que pueden ser difundidas a través de medios más imparciales.
Una prensa plural debe ser incluyente pero también cuidadosa. Observar la diferencia entre la prensa objetiva con la prensa radical o tendenciosa, que se escuda en la libertad para faltar el respeto o para buscar su beneficio económico avasallando a los demás; es la que señala sin pruebas y desvirtúa la realidad, llevando siempre la visión hacia lo destructivo y magnificando el error con una visión particularista, comercial y sectaria; una prensa radical, es una prensa que lesiona y desprestigia a la propia prensa.
3.-Una prensa humana. No puede existir una prensa libre, plural e independiente si no está unida a las necesidades de los individuos, poniéndose del lado de los más desprotegidos y buscando a través de su profesión ser coadyuvante con quienes profesionalmente puedan lograr soluciones; una prensa humana contribuye a la democracia convirtiéndose en factor de cambio a través de la opinión y de la acción. Es decir: libertad de la información y de expresión, al parejo de la libertad ciudadana, porque ambas–libertad de expresión y libertad ciudadana–, se convierten en una contribución fundamental al cumplimiento de las aspiraciones humanas.
Hoy los comunicadores, están pasando pruebas nunca vistas, sin embargo, son muchos los que no bajan los brazos y eso habla de su profesionalismo y valentía. Por eso en el presente y para el futuro nos solidarizamos con los comunicadores y periodistas de México y del estado de Veracruz, que hacen de su actividad un verdadero arte al servicio de la humanidad cumpliendo con creces con la misión y vocación de: orientar, informar y formar ciudadanía todos los días.
Mi sincera felicitación a nuestros amigos de Crónica del Poder en su 11º aniversario. Un abrazo de afecto y que sean muchos más.
Gracias y hasta la próxima.