«Si uno de los padres es diabético, la posibilidad del hijo de ser diabético aumenta al doble, pero si los dos padres son diabéticos, el riesgo aumenta cinco veces. Por ello corrija con su pareja los hábitos de alimentación insana, el sedentarismo y entonces el peligro de adquirirla será menor». Lo escribe el doctor Humberto Silva Mendoza en «Diario de Xalapa» que dirige Víctor Murguía.