ENTRE NÚMEROS

Soraya Pérez

Es irrefutable que, en los últimos años, los partidos políticos en México se han alejado cada vez más de la ciudadanía. Sin embargo, en el Partido Revolucionario Institucional (PRI) estamos en el proceso de renovar a nuestra dirigencia, y la sola contienda nos ha regresado al spot nacional. La primera buena noticia es que los dos candidatos vienen de nuestras bases y conocen todos los sectores del partido; la segunda es que quien encabeza nuestras preferencias, Alejandro Moreno, representa la oportunidad para revivir a esta institución política con un agente de cambio joven y con gran capacidad.

Yo conozco a Alito desde hace muchos años, y durante ese tiempo me ha quedado claro que él es una persona que a donde vaya lo conocen y lo aprecian, no sólo los militantes del PRI, sino la sociedad en general. Esto, gracias a su gran trayectoria como diputado federal, senador y gobernador del estado de Campeche.

Son de notar, especialmente ante un panorama de malas decisiones de política pública que ha encabezado esta administración del gobierno federal, los grandes cambios que ha logrado alcanzar Campeche en tan poco tiempo, bajo la dirigencia de Alito, especialmente en materia económica, energética y de seguridad.

Tras la caída de los precios del petróleo que ocasionó una de las peores crisis que ha vivido nuestro país, los estados que resultaron más afectados fueron Campeche y Tabasco, ya que éstos dependen en gran medida de la actividad petrolera nacional. Esto pintó el panorama para que, en septiembre del 2015, cuando Alito llegó a la gubernatura, Campeche fuera la entidad federativa con mayor decrecimiento económico del país y con la mayor pérdida de empleos, esto sin mencionar los altos índices de inseguridad y la pérdida de inversiones, especialmente en el sector educativo y de salud.

hoy en día, sin duda, el estado le ha dado vuelta a la hoja, posicionándose como una de las entidades más desarrolladas en la región sureste de nuestro país. Las cifras son las siguientes: bajo la dirigencia de Alito, y especialmente gracias al programa de reactivación económica que impulsó, mismo que se enfocó en el apoyo a las mipymes y en la captación de nuevas fuentes de inversión a través del trabajo coordinado con los tres órdenes de gobierno y el sector privado, Campeche logró pasar, de una tasa negativa de crecimiento de casi 8% en el 2015, a una positiva de 4.3% en el primer trimestre del 2019. Asimismo, después de haber perdido casi 30,000 empleos a septiembre del 2015, hoy Campeche se posiciona como la segunda entidad con la mayor creación de nuevos empleos, después de Nayarit.

Si de algo estoy convencida, es de que estas cifras reflejan el gran trabajo de un líder con convicciones claras, voluntad inquebrantable y con la capacidad de transformar y evolucionar, algo que desesperadamente necesitamos en el PRI.

Como funcionaria pública, pero especialmente como priista, reconozco que hoy en el partido estamos gravemente desarticulados, lo que ha ocasionado la pérdida de confianza de nuestra militancia. Por eso, estoy convencida que lo que necesitamos es una dirigencia fuerte y legítima, que impulse una profunda reforma al partido, misma que se debe concentrar en reconstruir la unidad ideológica y en transformar a esta institución en una realmente progresista que represente una verdadera alternativa.

Hoy, esto es lo que simboliza el proyecto de Alejandro Moreno, un líder con trayectoria, actitud y energía, que estoy segura que llevará a nuestro partido al siglo XXI. Recordemos, el PRI tiene historia, pero tiene un mayor futuro.

¡Hasta nuestro próximo encuentro!

Tomado de EL Economista.