Buen día apreciado lector:
Si usted sigue cotidianamente las conferencias mañaneras del Presidente Andrés Manuel López Obrador se dará cuenta de su insistente empeño en que las cosas se hagan bien, no solo en el Poder Ejecutivo, sino en los otros poderes.
No se cansa de señalar que los respeta como poderes independientes, pero no ceja en recomendar a sus integrantes que se termine ya ya ya, con la casi tradicional corrupción que acompaña a muchos, no a todos ellos.
“Yo les diría que hay resistencias al cambio, pero hay normalidad política, no son resistencias que pongan en riesgo la transformación.
“Estamos buscando que quienes ocupen los cargos sean primero honestos, no queremos corruptos en el gobierno, cero corrupción” precisó el lunes, para luego manifestar su esperanza de que “en diciembre se terminen de sentar las bases para la transformación del país; en diciembre, porque vamos de prisa”.
Si con la cuarta transformación está funcionando como es deseable el principio de correspondencia, “como es arriba es abajo”, ni duda cabe que acá “abajo” el gobernador Cuitláhuac García Jiménez debe estar leyendo la cartilla todos los días a toda su flota y todas las tribus que lo acompañan, incluidos los anexados.
A propósito de poderes, como sabe bien que tiene que irse el último día de noviembre de este año 2019, a las 24:00 horas, Edel Humberto Álvarez Peña hace lo justo en entregar reconocimientos a servidores públicos con mayor antigüedad dentro del Poder Judicial y antes de salir hoy viernes a unas muy merecidas vacaciones, porque los trabajadores de este poder, bien que se friegan chambeando.
El señor magistrado presidente del Tribunal Superior de Justicia y del Consejo de la Judicatura del Estado sabe que el tiempo para el que lo designó presidente de ese poder hace tres años el gobernador Miguel Angel Yunes Linares concluye el próximo e inminente treinta de noviembre de este mismo año 2019.
Entonces su gesto es bien visto y quedará en la memoria, sobre todo de los 16 trabajadores reconocidos por su antigüedad.
Sin embargo, podría no irse si gestionara una contrarreforma que permita sustituir a la misma que armó con Yunes Linares en 2016 para echar a magistrados y jueces de setenta años, para que ahora sea a los 75, porque él está a punto de cumplir esos dorados 70. A ver qué dice el titular del Ejecutivo y su Congreso.
Paz y armonía en su hogar, no olvide sembrar árboles y plantas y cuidar el agua.
gustavocadenamathey@nullhotmail.com
…