Hace aproximadamente dos años, para ser exactos el 10 de agosto de 2017, escribí un artículo al que titulé: “Porqué nuevamente Sara” en el que describía una serie de razones, –así lo veía en el momento –, que justificaban la oportunidad de que, a Sara Ladrón de Guevara le pudiera favorecer la decisión de la Junta de Gobierno de la Universidad Veracruzana (UV) -previa auscultación-, para que dirigiera por 4 años más a nuestra Alma Mater.
Y aunque en esa fecha señalé con toda objetividad las cualidades de los 7 distinguidos universitarios que competían, sí reconocía algunas características de la Dra. Sara D. Ladrón de Guevara González, que la colocaban en ventaja para poder lograr ese objetivo. Entre los puntos que destacaba y que consideraba cruciales para asegurar la reelección estaban los relacionados a la autonomía universitaria y el respeto que se había ganado de propios y extraños. Y escribo textualmente dichos puntos, cito:
1) “…La rectora ha sido una ferviente defensora y lo sigue siendo, de la autonomía de la Universidad Veracruzana y ha sabido manejarse con tacto y sensibilidad y, cuando hubo que tomar una posición frente al anterior gobierno—de Javier Duarte– lo hizo públicamente y defendió la vida universitaria y el futuro de la población estudiantil pensando con responsabilidad en su presente y futuro.
2) Su confrontación contra el anterior gobierno, al que reclamó los adeudos con la UV en su momento con valentía- y la demanda interpuesta contra el mismo, le valió el respeto de las Instituciones de Educación Superior del país y en el plano internacional.
3) Su lealtad a la Universidad y sus fines, es más que clara, porque no ha respondido a ningún interés político y menos a grupos externos que pudieran incidir en la vida universitaria …etc.”. Fin de la cita.
Y el tiempo dio la razón, porque Sara fue electa para un segundo periodo, después de la valoración de la Junta de Gobierno de la UV y no solo eso, a la fecha ha continuado sumando logros para nuestra Máxima Casa de Estudios.
Y hoy, a dos años de distancia, en función de esa defensa que la Rectora emprendió en el año 2016, se le ha otorgado el pasado 29 de Julio del presente, el “Reconocimiento a la Autonomía Universitaria”, distinción muy merecida que otorga cada 5 años la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), a personas y organizaciones cuyas aportaciones se han destacado en el fortalecimiento y defensa de las autonomías universitarias, tanto del país como en el extranjero.
Dicho reconocimiento que consiste en Medalla de Plata y Diploma, fue entregado por el Dr. Enrique Graue Wiechers, Rector de la UNAM, a las siguientes personajes: Sara Ladrón de Guevara rectora de la UV, Pablo González Casanova ex rector de la máxima casa de estudios del país; Rodrigo Arim, rector de la Universidad de la República, de Uruguay; la Universidad Nacional de Córdoba, Argentina; y de manera póstuma: Fernando Solana Morales, Alfonso Caso Andrade y Baltasar Dromundo Chorne.
Pero hagamos un poco de memoria para recordar el nacimiento de la autonomía de la Universidad Veracruzana (UV), sueño anhelado por su comunidad por décadas por muchos rectores y, reflexionemos sobre la etapa complicada que se vivió en el año 2016 que justificó la defensa fehaciente de la institución.
La autonomía de la UV se logra en base a la voluntad política del entonces Gobernador del Estado de Veracruz, Lic. Patricio Chirinos Calero, que envía la iniciativa al Congreso local, promulgándose el 30 de noviembre de 1996, siendo su primer Rector el Lic. Emilio Gidi Villarreal y quedando constituida su Junta de Gobierno el 14 de febrero de 1997.
Y aunque antes de esa fecha los rectores que dirigieron la UV defendieron siempre el respeto a la forma de auto dirigir la UV, la autonomía se hace realidad de manera oficial hasta fines de 1996, siendo los siguientes rectores los que la han vivido: Dr. Emilio Gidi Villarreal (epd), Dr. Víctor Arredondo Álvarez, Dr. Raúl Arias Lovillo y la primera mujer rectora Dra. Sara Ladrón de Guevara, que se esmeraron siempre y ella lo siguen haciendo, por evitar cualquier intento de violación a la Ley de Autonomía de la UV y de las decisiones que emanan de su Junta de Gobierno. Principios e instancia que ha coadyuvado en esa defensa, ante cualquier amenaza que ha surgido en lo interno y externo.
Sin embargo –sin demeritar el esfuerzo de otros rectores–hay aspectos que han distinguido a Sara Ladrón de Guevara en esa defensa, especialmente en su primer periodo de rectorado. El primero de ellos fue el enfrentamiento directo que encabezó junto con la Comunidad Universitaria contra el gobierno de Javier Duarte de Ochoa, en virtud del adeudo que su gobierno tenía con la Máxima Casa de Estudios de Veracruz. A inicios del año 2016, el monto ascendía a 2301 millones de pesos de adeudos no reconocidos previos y, 324 millones de pesos, retenidos de ese año. En razón de ello la comunidad universitaria y sus autoridades, enfrentaron una larga lucha enarbolando esa causa y con decisión se fueron hasta las últimas consecuencias.
Incluso la rectora Ladrón de Guevara, en aquel momento, interpuso dos denuncias contra el gobierno vigente por no cubrir el pago de subsidios por más de 2 mil millones de pesos, además de una demanda de amparo contra la Ley de Egresos del estado, que reducía en 7% el subsidio de la institución respecto al año 2015, equivalente a casi 250 millones de pesos.
La insolvencia de la UV en ese momento ponía en riesgo también el cumplimiento de compromisos, tales como los requerimientos de pago al Instituto de Pensiones del Estado y las obligaciones fiscales reclamadas injustamente –pues la UV está exenta–por la propia Secretaria de Finanzas del Gobierno del estado. Etapa muy complicada para la Universidad y para sus autoridades para mantener su equilibrio.
En aquellos tiempos decía Sara en una entrevista: “…Me ha recomendado salir a las calles, y sería legítimo, pero vemos este tema como institución, y hemos procurado las vías que el estado de derecho otorga para concluir cualquier diferencia” . Pero esa tolerancia llegó a su límite. El 10 de marzo de 2016 , la comunidad universitaria por primera vez en muchos años, salió a la calle en las ciudades donde la UV tiene sus Campus. Más de 30 mil personas entre universitarios: alumnos, egresados, catedráticos, autoridades, además ciudadanos en lo particular que se solidarizaron, se manifestaron en el estado de Veracruz. Y en Xalapa una masiva e impresionante marcha que concluyó con un plantón frente a Palacio de Gobierno. La lluvia de ese jueves, no fue impedimento para salir a defender a la Universidad Veracruzana.
Pero existe otro logro que también se le puede atribuir a la Dra. Sara y su equipo de colaboradores que nunca la han dejado sola: el logro de la autonomía presupuestaria a partir del 14 de noviembre de 2017. El artículo segundo transitorio que formó parte de la reforma a la constitución local deja previsto en adelante: “Para cumplir con el objeto del presente decreto, el presupuesto de la UV para el año 2017 será del 2.58 por ciento del total del presupuesto de egresos del estado de Veracruz de Ignacio de la Llave. Para 2018 se le fijará un presupuesto del tres por ciento del total del presupuesto general de egresos del estado a partir del cual se incrementará gradualmente hasta llegar al mínimo establecido para el ejercicio 2023”.
A partir de ese momento, los recursos que reciba la UV del estado, siempre serán superiores a los del año anterior y el presupuesto siempre será mayor—nunca menor—al 4 por ciento . Igualmente se logró el 21 de mayo de 2019, que la LXIV Legislatura, aprobara por unanimidad la iniciativa para modificar el Artículo 34 de la Constitución estatal que habrá de permitir a la Universidad en adelante, presentar iniciativas para modificar sus propias leyes, su Ley Orgánica, Ley de Autonomía y todo lo relacionados con la institución. Con ello la autonomía universitaria quedaba consolidada en forma definitiva.