La militancia liberó al Partido Revolucionario Institucional (PRI) de la nomenclatura que lo tenía secuestrado, afirmó Alejandro Moreno Cárdenas, quien al asumir la dirigencia nacional del tricolor acotó que por primera vez ese instituto no recibirá instrucciones de nadie y tampoco admitirá vendettas políticas.
Afirmó que, en la relación con el gobierno, el diálogo será público y no habrá acuerdos en lo oscurito y sostuvo que si bien serán oposición técnicamente útil, el gobierno y Morena se van a topar con un PRI firme y claro de convicciones.
En la 47 sesión extraordinaria del Consejo Político Nacional (CPN) en la que reaparecieron ex funcionarios del gobierno de Enrique Peña Nieto, Moreno Cárdenas, quien se definió 100 por ciento priísta, también respondió a las críticas que lo ubican cerca del presidente Andrés Manuel López Obrador.
Atajó: El verdadero partido satélite de México es Morena, porque gira alrededor de una sola voluntad, y eso lo sabemos todos.
El discurso del gobernador de Campeche con licencia también permitió marcar distancia entre sus antecesores, de los grupos de poder priísta, así como de la corrupción de los ex gobernadores, e incluso para advertir que no se pueden asumir los costos de quienes tomaron decisiones equivocadas, pero tampoco solapará a nadie.
En ese tenor, expresó: La fortaleza de nuestros adversarios es muchas veces la consecuencia de los errores de quienes desconocieron y traicionaron nuestra militancia.
Cuestionó que en los años recientes, el PRI –al que ubicó en la corriente socialdemócrata– se alejó de la militancia y repartió candidaturas entre quienes lo tuvieron secuestrado. Ahora, sentenció, el partido que está más vivo que nunca, debe regresar a sus orígenes y restablecer los vínculos con militantes y rehacer la relación con sus sectores y organizaciones.
También sostuvo que él y Carolina Viggiano Austria llegan a la presidencia y la secretaría general, sin compromisos y que una de sus metas es recuperar el truncado proyecto de Luis Donaldo Colosio.
Por eso no vengo aquí con un discurso atado a nada y a nadie… somos una dirigencia libre en mucho tiempo, pues llegamos sin amarres y sin deudas políticas; legitimada por más de un millón 600 mil votos y no por la designación desde los grupos del poder, con el mérito de construirse de abajo hacia arriba, con el respaldo de cientos de miles de priístas y no de un solo grupo.
Ubicó ese origen como una fortaleza e insistió: no le debemos nada a nadie… nuestra única deuda es con nosotros, y con esta legitimidad nos plantaremos con libertad, dignidad, fortaleza y carácter, ante quienes detentan el poder.
Moreno Cárdenas afirmó que, para regresar al gobierno federal, porque ser oposición es coyuntural, el PRI necesita activistas por convicción y no por remuneración, otorgar las candidaturas que se ganen con la cultura del esfuerzo y no en los pasillos. Nunca más un partido sin militancia, ni una militancia sin dirigencia, ofreció. Tal declaración derivó en exclamaciones desde las tribunas del auditorio Plutarco Elías Calles de la sede nacional: “¡Alito, Alito..!”
Asimismo, expuso que el tricolordefenderá a las instituciones, la autonomía de la autoridad electoral y no votará por figuras jurídicas que parecen democráticas, pero que son todo lo contrario, como la revocación del mandato. A la sesión del consejo asistieron, además, 10 gobernadores, ex mandatarios, diputados y senadores, priístas de la vieja guardia como Celso Humberto Delgado, Augusto Gómez Villanueva y Carlos Armando Biebrich.