Agustín Basilio de la Vega

A escasos días de que el presidente López presente su primer informe de gobierno (de los primeros  9 meses) ya están “al aire” en la televisión y la radio, los spots oficiales y poco a poco aumentan el número de opiniones sobre el desempeño del gobierno actual de México. Si bien es cierto que es poco tiempo para emitir un juicio ya se aprecia el rumbo que está tomando el país en diversos campos como la seguridad, la economía, los servicios (educación y salud) la investigación etc.

Los medios de comunicación, los empresarios, las Iglesias, los partidos políticos y diversos actores y líderes de opinión se preparan para dar su punto de vista así como la sociedad en general. Muchas casas encuestadoras ya están trabajando sobre la percepción pública respecto de los logros, pendientes y de la calificación del presidente, su gabinete y las diferentes políticas públicas.

Algunos temas concretos de gran impacto son: La creciente inseguridad, la creación de la Guardia Nacional, la cancelación de la construcción del Nuevo Aeropuerto de la ciudad de México, el anuncio de la refinería de Dos Bocas, la cancelación de la estancias infantiles, el anuncio de la eliminación del seguro popular, las becas “Jóvenes Construyendo el Futuro” y el estancamiento de la economía (crecimiento “cero” del PIB).

Hasta ahora, el gobierno publicita que ha aumentado el salario mínimo, que se reparten becas y que no se han incrementado los precios de la gasolina, gas,  diésel y energía pero no pueden presumir buenos resultados ni en materia de seguridad ni de crecimiento de la producción de bienes y servicios (PIB).

Los principales críticos de la administración acusan el error de cancelar la obra más importante de infraestructura aeroportuaria en México: el NAIM y señalan que  se está perdiendo la oportunidad de impulsar la economía como ocurre con los  aeropuertos de Panamá en ese país, el de Estambul en Turquía y el de Pekin-Danxing en China que se será inaugurado en octubre de este año.

Las decisiones en materia de energía, por lo menos han detenido la inercia de inversiones del sector privado en petróleo y electricidad y se ha aumentado el gasto del gobierno para incrementar  el disponible de PEMEX para construir una nueva refinería entre otras cosas. Esto no lo han visto bien las calificadoras que para decirlo en términos coloquiales consideran que es “echar dinero bueno al malo”.

El combate contra la corrupción así como la austeridad son muy necesarios pero al parecer, muchos servidores públicos no hacen vida los exhortos que envía el presidente desde palacio nacional. Un problema que se ha presentado, por ejemplo,  es la falta de eficacia del sector salud y el desabasto de medicamentos. Al parecer los nuevos funcionarios tardan revisando los contratos y se han visto obligados a hacer adjudicaciones directas. La novatez cuesta.

La falta de obra pública y privada así como la reorientación del modelo económico tiene estancado el crecimiento de México de acuerdo al reporte del INEGI del segundo semestre de este 2019. La actividad secundaria (Industrial) disminuyó 3.01%  y la terciaria (servicios) 0.0% por lo que estos últimos 12 meses son los peores en diez años. Pronto se conocerá el informe del presidente y las diferentes reacciones.

@basiliodelavega       26 agosto 2019