SIGNOS VITALES

Alberto Aguirre

Juan Zepeda cumplió con la palabra empeñada. Senador por primera minoría, con un capital político de 1 millón de votos, aceptó quedarse en el grupo parlamentario del PRD en la Cámara Alta y cedió la coordinación —y el asiento en la Junta de Coordinación Política— a Miguel Ángel Mancera.

En vísperas de que expire su permanencia como secretario de la Mesa Directiva —su premio de consolación—, el carismático político ha decidido, junto con la excandidata a jefa de Gobierno, cerrar su ciclo en el PRD y también como mancerista.

Con su renuncia conjunta, ambos dan término a dos sexenios de militancia partidista. Zepeda antes había roto lanzas con Alternativa Democrática Nacional, la corriente perredista encabezada por Héctor Bautista, que construyó su bastión en Ciudad Nezahualcóyotl. En esa misma ruta, aunque mucho antes, Barrales había dejado las filas de IDN, la tribu de René Bejarano y Dolores Padierna, para convertirse en una de las operadoras políticas más cercanas al exjefe del Gobierno capitalino, y después, en lideresa nacional del sol azteca.

Después de la debacle electoral del 2018 —ambos estuvieron en la boleta electoral—, el PRD entró en un proceso de reflexión. El grupo hegemónico optaría por construir un polo electoral con otras agrupaciones políticas y organizaciones de la sociedad civil —la iniciativa Futuro 21— pero ni Zepeda ni Barrales se ven dentro de esa organización.

Su “reinvención” los llevaría a otra formación política. El Movimiento Ciudadano, para ser más precisos, gracias a las gestiones del gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro, y del senador Clemente Castañeda.

El plan naranja para posicionarse como una alternativa competitiva en el 2024 pasa por conseguir un caudal de votos en los comicios federales intermedios. Zepeda —de acuerdo con esas versiones— permanecería un año más en su escaño y en el 2021 regresaría a su municipio natal —del que fue alcalde entre el 2013 y el 2015— para competir con su antiguo compañero, Juan Hugo de la Rosa.

Barrales y Salomón Chertorivski —actual presidente del Consejo Consultivo del MC— serían dos figuras centrales en la estrategia para buscar votos en la Ciudad de México para la organización que encabeza Dante Delgado.

Mediáticamente hablando, Barrales y Zepeda pusieron su imagen en manos del estratega cordobés Aleix Sanmartín, quien acumula una década de trabajo en México. Inicialmente trabajó con su maestro y mentor José Luis Sanchis, en el posicionamiento de Marcelo Ebrard Casaubón como jefe de Gobierno en el Distrito Federal.

Antes de incorporarse a la burocracia partidista, Barrales —exlideresa del sindicato de sobrecargos— saltó a la escena pública en vísperas de los comicios federales del 2006, cuando posó con otras legisladoras perredistas en la Revista H, de editorial Notmusa. Una década después, Zepeda —quien había sido alcalde de Nezahualcóyotl y diputado en el Congreso mexiquense— arrebató la nominación del frente PRD a la gubernatura de aquella entidad a otros personajes relevantes, gracias a su posicionamiento como rockstar.

Sanmartín estuvo en el war room de Zepeda en el 2017 y la irrupción en la boleta electoral mexiquense minó sensiblemente las posibilidades de triunfo de Delfina Gómez, al dividir el voto izquierdista. En el 2018 asesoró a Barrales, quien compitió por la nominación a la jefatura de gobierno con Chertorivski y Armando Ahued.

El estratega español habría llevado una campaña presidencial si Miguel Ángel Mancera hubiera sido candidato del frente PAN-PRD. Su plan B fue Margarita Zavala, quien había conquistado el registro del INE como candidata independiente con un equipo de excolaboradores calderonistas, entre los que estaban Fausto Barajas y Fernanda Caso.

Su incorporación, en vísperas del arranque de las campañas, fue producto de la necesidad de dar un “nuevo enfoque” a la campaña de la ex primera dama. Sanmartín recomendó que fuera en pos del voto de los panistas tradicionales, lastimados por la nominación de Ricardo Anaya. La falta de recursos impidió el despliegue total de su estrategia.

EFECTOS SECUNDARIOS
OPCIONES Y OLVIDOS. Sin autorización de su consejo directivo ni de la Secretaría de Hacienda, Infonacot constituyó un fondo de desempleo para protegerse de los impagos de los abonos que no puedan descontarse de las nóminas de los trabajadores que hayan perdido su fuente de ingresos. Tal opción trata de ser vendida como congruente con la política de austeridad de la cuarta transformación, porque eliminaría a las aseguradoras que cubrían el riesgo crediticio. En medio, los asesores y colaboradores del director del Infonacot, Alberto Ortiz Bolaños, obviaron una opción: contratar —por la vía directa— una prima de seguro con Agroasemex. En duda, la gestión financiera propuesta por este equipo de funcionarios (¿con el respaldo?) de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social que beneficiaría a intermediarios no bancarios, pero no contribuiría a construir una cultura del seguro en México. Y más que garantizar la seguridad a los mexicanos ante accidentes o pérdida de sus bienes y crear incentivos para que los esquemas de seguros se extiendan a toda la población con criterios de seguridad, busca proteger los estados financieros.

RESPONSABILIDADES. Las empresas farmacéuticas están en el ojo del huracán: además del veto a los grandes distribuidores de medicamentos están diversos procedimientos de investigación de los órganos regulatorios. Allí están las indagatorias sobre prácticas monopólicas que realiza la Cofece y que afectarían pronto a Centrum. Y también las acciones de Cofepris, que detuvo la producción del medicamento elaborado por Laboratorios Pisa y que es entregado en distintos centros hospitalarios de todo el país para tratar a pacientes con leucemia. ¿Desabasto? Jorge Alcocer, titular de la Secretaría de Salud, rechazó los cuestionamientos y dijo que los pacientes con tratamientos con metotrexato podrían esperar unos días para surtir sus recetas. El IMSS y el ISSSTE, con abasto suficiente de fármacos necesarios para brindar el tratamiento de quimioterapias —entre ellos vincristina—, han ofrecido cubrir los faltantes y responder a los falsos argumentos manejados en redes sociales sobre desabasto de medicamentos y fallas en la logística para su adquisición. ¡Órale!

Alberto Aguirre
Periodista

Tomado de El Economista.