SIN FRONTERAS
Joaquín López-Dóriga Ostolaza

Durante el fin de semana la Secretaría de Hacienda (SHCP) entregó a la Cámara de Diputados el Paquete Económico 2020. Dicho paquete incluye las propuestas de Criterios Generales de Política Económica (CGPE), el Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación (PPEF) y la Iniciativa de Ley de Ingresos.

El paquete está elaborado con base en un entorno económico internacional incierto y retador, donde la economía global atraviesa una fase de desaceleración que incluye una recesión en sectores como el de manufacturas, principal víctima de las disrupciones en las cadenas de comercio internacional generada por la guerra comercial.

La economía global se encuentra en su momento más vulnerable desde el 2012, cuando la amenaza de una segunda recesión en menos de tres años era tangible. Aunque el riesgo parece haberse acotado en dos de los principales frentes externos donde la economía mexicana es vulnerable —la renegociación del TLCAN y los precios del petróleo— nuestro país podría ser vulnerable a un endurecimiento de las condiciones financieras a nivel global.

Tan es así que al tomar en cuenta la evolución más reciente de la economía mexicana, los CGPE incorporan un panorama de crecimiento menos optimista para el 2019 y el 2020. En concreto, el estimado de crecimiento para el 2019 se redujo del rango de 1.1 a 2.1% establecido en los Precriterios a un rango de 0.6 a 1.1 por ciento.

Aunque el nuevo rango está más acorde con la realidad, la ausencia de crecimiento en la primera mitad del año hace muy difícil pensar en que se pueda superar la parte baja del rango del nuevo estimado. Tomando en cuenta esta situación, la metas de déficit y endeudamiento están en riesgo y el gobierno ha decidido recurrir a la utilización de parte del Fondo de Estabilización de los Ingresos Presupuestarios para cumplir un superávit primario equivalente a 1% del PIB y mantener el nivel de endeudamiento, medido por Requerimientos Financieros del Sector Público —la medida más amplia de la deuda pública— como porcentaje del PIB en 45.3 por ciento.

Para el 2020, la SHCP anticipa un rango de crecimiento del PIB entre 1.5 y 2.5% con una menor contribución negativa de algunos sectores, como el petrolero, que ha sido vapuleado por la caída en la producción de crudo.

En opinión de este columnista, el estimado de crecimiento para el 2020 parecería ser demasiado optimista y difícilmente se alcanzará la parte baja del rango.

Para cumplir con siquiera la parte media del rango de crecimiento será necesario que el gobierno comience a ejercer el gasto de manera más eficaz y que reactive los programas de inversión pública en infraestructura. Asimismo, es importante que el gobierno genere mejores condiciones para reactivar la inversión privada y la construcción.

A pesar de la estimación de un mayor crecimiento en el 2020, la SHCP espera una disminución en el superávit primario de 1.0 a 0.7% del PIB.

Asimismo, la SHCP anticipa que los Requerimientos del Sector Público como porcentaje del PIB se incrementen de 45.3 a 45.6 por ciento. Este ligero deterioro se debe al programa de apoyo a Pemex que aliviana la carga fiscal de esta empresa temporalmente con la esperanza de reactivar los niveles de producción de crudo.

El Paquete Económico, que está elaborado con base en tres pilares: I) finanzas públicas sanas; II) certeza tributaria, y III) sentido social, no incorpora cambios sustantivos en materia de legislación, normatividad y marco fiscal. Aunque los CGPE incluyen supuestos de crecimiento que parecen optimistas, el diseño del paquete representa un ejercicio responsable que busca mantener finanzas públicas sanas como condición sine qua non.

joaquinld@nulleleconomista.com.mx

Tomado de El Economista.