RICOS Y PODEROSOS

Marco A. Mares
Hay señales de que la política energética del gobierno de la cuarta transformación es un arroz a punto de cocción.

Viene un modelo híbrido. El gobierno mexicano le apostará a la exploración y explotación en tierra y aguas someras.

Y la exploración y explotación en aguas profundas se mantendrá entre los inversionistas privados internacionales.

Hasta ahora, continúan interrumpidas las subastas realizadas a través de las rondas petroleras.

Sin embargo, están vigentes las que fueron adjudicadas durante el gobierno anterior.

Éstas siguen trabajando y la italiana ENI en días pasados levantó la bandera blanca para anunciar que ya está produciendo petróleo.

El vehículo para hacer realidad el modelo híbrido está por verse. El trascendido del diario británico Financial Times anticipó que el gobierno mexicano estaría por reanudar las alianzas de Pemex con inversionistas internacionales bajo el esquema de farmouts.

Para el corto plazo la estrategia es fortalecer a Pemex mediante su capitalización y desgravación paulatina, para aumentar la producción con el objetivo de elevarla (de 1.7) a 1.9 millones de barriles de petróleo.

Y para el largo plazo se mantendría la inversión foránea en aguas profundas, cuyos proyectos producirían petróleo en plazos de entre 10 y 15 años.

Pemex, negocio rentable
Invertir en Pemex sí es negocio, defendió el secretario de Hacienda, Arturo Herrera, durante la mañanera de ayer.

Es un negocio que podría generar 3,650 millones de dólares, considerando una producción de 200,000 barriles de petróleo, a un precio de 50 dólares por barril y considerando los 365 días del año.

De esa manera justificó que el gobierno destinará, de acuerdo con el Paquete Económico, 86,000 millones de pesos.

Anotó que el conjunto de los apoyos del gobierno federal a la petrolera suman poco más de 1% del presupuesto total.

Con estos apoyos económicos Pemex logró a lo largo de los últimos dos meses —desde el punto de vista del funcionario— parar la caída, estabilizar la producción y empezar a incrementarla. Recordó que en el año 2004 Pemex producía 3.4 millones de barriles por día y a finales del año 2018 producía alrededor de 1.6 millones de barriles por día. En 14 años la producción prácticamente cayó a la mitad.

Romo y herrera
Dos de los más altos funcionarios del gobierno mexicano dejaron ver ayer la posibilidad del modelo energético híbrido.

El jefe de la Oficina de la Presidencia, Alfonso Romo, dijo que la exploración y producción de petróleo en yacimientos de aguas profundas quedará en manos de la inversión privada.

Por su parte, durante la conferencia de prensa mañanera, y frente al presidente Andrés Manuel López Obrador, el secretario de Hacienda explicó que Pemex ha dejado de privilegiar la exploración y la producción en aguas profundas para privilegiar la producción y la exploración en aguas someras y en tierra.

Aguas profundas, largo plazo
Luego, Herrera reconoció que la exploración en aguas profundas es importante, pero tiene un ciclo muy específico: siete años para la exploración, tres para el desarrollo y, a partir del décimo, al onceavo año se empieza a ver la producción.

Más adelante reconoció que “aun cuando seguramente lo vamos a hacer (la exploración y explotación en aguas profundas), esos recursos y esas inversiones generarían empleo y producción, pero no generarían ni una sola gota de petróleo (en el corto plazo)”.

“Eso (la exploración y explotación en aguas profundas) —agregó— es muy importante que se haga y estoy seguro de que Pemex lo tiene en sus planes, pero no generaría recursos ni en esta administración, ni en la que sigue. Es muy importante hacerlo porque hay que garantizar los recursos hacia el largo plazo.

Herrera explicó así por qué el gobierno actual confía en que Pemex va a aumentar su producción.

Capital y desgravación
La intención es reactivar a Pemex y por eso es que se realiza la inyección de capital y la reducción en su carga fiscal.

Son 86,000 millones de pesos con los que contará Petróleos Mexicanos. Este apoyo está dividido en dos partes: 46,000 millones de pesos de capitalización. En el Presupuesto de Egresos de la Federación se prevé una transferencia a Pemex, por 46,000 millones de pesos. Ésa es la parte del apoyo que sale por la vía del gasto. Y por otra parte, por la vía del ingreso, se alivian las finanzas de la petrolera.

Pemex es una empresa que ha estado sobregravada a lo largo del tiempo, y ésa es una de las razones por las cuales no ha estado invirtiendo y la consecuencia ha sido una caída en la producción a lo largo de los años. Se está flexibilizando el régimen tributario de Pemex, una reducción en el derecho de utilidad compartida que representa alrededor de 40,000 millones de pesos. En total, 86,000 millones de pesos

Conclusión
El modelo híbrido, de llevarse adelante, muy probablemente disminuiría el riesgo de la degradación crediticia de la petrolera y de la nota soberana.

La producción petrolera proyectada podría alcanzarse si participa la inversión privada, nacional e internacional.

Pero es muy temprano para anticipar vísperas. Apenas son señales que potencialmente anticipan un probable viraje en el modelo petrolero del gobierno de la 4T. A ver.

ATISBOS
PREVISIÓN.- Para apuntalar el crecimiento económico hacia el 2020, el gobierno federal, vía la Secretaría de Hacienda, prepara un paquete de alrededor de 100,000 millones de pesos de gasto. Aunque por ley está impedido a ejercer el gasto del 2020 desde el 2019, lo que sí puede hacer es adelantar las licitaciones y asignarlas para que comiencen a realizarse y pagarse a partir del 1 de enero del 2020.

Tomado de El Economista.