Delfino Hernández Jiménez
Rescate del Rio Blanco; Relleno sanitario urgencia de la zona baja.
En el rescate del afluente o de la cuenca del Río Blanco conocido por todos y anunciado por el gobernador Cuitláhuac García Jiménez, el pasado 8 de abril, se tiene que ir más allá de un acto protocolario donde se externen opiniones y se dé vueltas a los principales focos de contaminación del posiblemente el río más contaminado de la entidad veracruzana y hasta hace poco en un “honroso” cuarto lugar dentro de los 10 del país.
La semana pasada, funcionarios de la SEDEMA llegaron a la cabecera municipal de Omealca a efectuar un foro para formar los consejos consultivos municipales para el medio ambiente, sobre todo para entrarle al rescate del Río Banco. Por cierto que este municipio presidido por Pedro Montalvo Gómez, ha tenido plena disposición al respecto y ha propuesto la creación de un relleno sanitario para depositar los residuos de varios municipios, proyecto que aún no aterriza.
El grito se puso en el cielo, cuando se llenó prácticamente el afluente con toneladas de basura, plástico sobre todo sobre la superficie del rio y este amenazaba con desbordarse. Pareciera que tenía que suceder este fenómeno para que el gobierno eche andar la maquinaria y ver más allá de las simples ponencias o pasarelas, cuando el mismo gobierno de estado y federal tiene antecedentes no solo que se este tirando basura, también de residuos fecales de muchas poblaciones y posiblemente lo más grave de residuos tóxicos del complejo industrial de la zona de Nogales-Rio Blanco- Orizaba-Ixtaczoquitlán, aunque muchos opinan que la contaminación grave del Rio Blanco inicia en Ixtac.
El Rio Blanco o río Atlizcatl, nace en las laderas de Acutlzingo, rumbo al estado de Puebla. En Ciudad Mendoza, aún hay espacios de este afluente que se utilizan para esparcimiento familiar. Las empresas más importantes del corredor industrial desechan sus aguas a la planta de tratamiento, que desafortunadamente no es suficiente y ya municipios como Rafael Delgado, Tlilapan, Naranjal, Ixtaczoquitlan, tiran sus desechos fecales al rio e inicia la gran contaminación que kilómetros arriba, mantiene agua limpia y transparente.
La misma SEDEMA tiene en su archivo, las empresas asentadas en Ixtaczoquitlán que se convierten en fuentes de contaminación altamente peligrosas, con residuos tóxicos, es decir que la basura que tiran los pobladores no es todo, posiblemente solo lo que se ve en bulto, porque el color del agua y el fuerte olor de inmediato distingue la gravedad del asunto, lo que nos da la seguridad que difícilmente puedan sobrevivir la fauna marina.
A su paso del Río Blanco se encuentran muchas congregaciones como Campo Chico, Campo Grande, Cuatlapan, Naranjal, Amatlán, Rincón de Buena Vista, Cuichapa, Providencia y así comunidades que sin medir las consecuencias, vecinos que viven en las riberas, tiran sus desperdicios de manera directa.
De ahí que el rescate del Río Blanco no se circunscribe a dos o tres lugares. En sus 210 kilómetros de recorrido pasa por 37 municipios la mayoría veracruzanos y por dos zonas metropolitanas, Córdoba y Orizaba, por lo que es urgente que el proyecto del rescate no se limite a limpiarlo solo de basura.
Es importante que el estado utilice su aparato publicitario en todos los medios para concientizar a la gente y deje de ser tiraderos a granel por toda la ribera, sacrificando los espacios para algunas dependencias que solo buscan ser vistos en su chamba por su gobernador.
De igual forma es importante que las autoridades ambientales verifiquen las aguas residuales y desechos de las grandes empresas ubicadas principalmente en el municipio de Ixtaczoquitlán, que además de contaminar han convertido al afluente en un auténtico peligro.
En esta lucha se han dado intentos. En el sexenio del Felipe Calderón se implementó el Programa Emblemático del Río Blanco, poco se supo de sus resultados. Aun así el Rio Blanco ha presentado una enorme resistencia, pese a que el tratamiento de aguas residuales siempre ha sido insuficiente y más bien diríamos irrisorio.
Por su parte en la zona baja, donde es menos complicado lo de las empresas, salvo los ingenios que lógico tienen que sujetarse a las normas, los municipios que confrontan el problema de su basura, hicieron su propuesta, requieren de un relleno sanitario de manera urgente.
Esa propuesta contemplaba un área en Omealca, que por su ubicación seria parte central entre Cuichapa, Tezonapa, Cuitláhuac, Yanga, Carillo Puerto, entre otros. También, al parecer la autoridad estatal estudian otras áreas cercanas, pero la exigencia natural de todo el proyecto es con carácter de a la voz de ya, y con manos a la obra, porque decía mi abuela “De lengua me como un taco”.
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