*La vida es una aventura con fecha de caducidad. Wislawa Szymboroska. Nobel de Literatura 1996. Camelot.

EN RESTAURANTE BOQUEÑO

Cerca de los límites entre Veracruz y Boca del Río, que un día un alcalde panista dividió con un Muro (1994), no como el de Trump, un arco pinchón que marcaba la frontera entre Veracruz y Boca del Río, porque en uno de ellos, el que acababa de ganar era panista, y el del otro municipio era del PRI. Nadie le hizo caso a ese Muro rascuache. No pedían visa ni pasaporte como en el tiempo del Muro de Berlín, ni hubo rejas ni cercas. La convivencia era y es entre las dos ciudades, que ahora han sido baluartes del PAN, pues la gobiernan dos panistas, uno el ChikiNando, y en el otro, Humberto Alonso Morelli, del que dicen los enterados que ya huele a leña de otro hogar, porque de vez en cuando se le ve coquetón con el góber actual, y eso en los cuarteles políticos azules suena a desconfianza. Ese restaurante es pequeño pero con buenas carnes, nos lo habían recomendado y allí nos tenéis a mi hermano Enrique, que ya anda repuesto al cien por cien y Marco Córdova, un orizabeño experto en chelas. Llegamos y nos atendieron muy bien. Hay desde cabritos hasta los cortes norteños, los buenos vinos y la mejor atención. Se llama Tomahawk Fest Norteen, en Bulevar Ruiz Cortines número 5, cerca del hotel Lois. Allí junto en una mesa comía una persona que, al pararme, se puso de pie también y me dijo ser lector de este escribiente, en su columna que tira cosas mundanas, unas ciertas, otras inventadas, pero todas de placer. Le agradecí, seguro es lector Notiveriano, pues en esas ciudades Notiver es campeón de lectores. Su nombre es Héctor Ariza, y comía con su señora esposa, me dijo que alguna vez incursionó también en la política de Boca del Rio, y nos despedimos, con el agradecimiento de este escribiente.

LOS CAMPOS DE ALGODÓN

Uno puede caminar por la vida y quizá nunca ver un campo de algodón. Suelen estar los campos en Luisiana y a esos campos les han cantado poetas y también el conjunto del Credence Clearwater Revival, aquella sureña canción Campos de algodón, que los Apson Boys y los Hermanos Carrión la cantaron al español llamándola, Cuando apenas era un jovencito. Uno puede ver la nieve y descubrir el hielo, como cuando el Coronel Aureliano Buendía recordó aquella tarde remota en que su padre lo llevó a conocer el hielo, en Macondo. Uno puede andar y ver por la vida, y apenas lo recordábamos ayer, los imponentes glaciares como el Perito Moreno, en Argentina, ver como caen los bloques de toneladas de hielo y al pegar contra el agua se oyen como si cayeran bombas. Ese es un espectáculo que uno puede admirar por horas, lo mismo en vivo que en National Geographic. Ahora al repasar mis fotos de mis andanzas por dónde se pueda, la vez que fui feliz y admiré, por primera vez en mi vida, un campo de algodón, el único algodón que conocía es que le compro a Simi en las farmacias. En la comarca lagunera lo siembran desde 1787, pero por esta zona nuestra no se le ve. Paré el auto y bajé. Era en Mercedes, Texas, frente al Mall de Mc Allen, me tomé unas fotos y recogí unos cuantos, para untarlo de alcohol y olerlo, hice una pizca, pues. Ahora en esa zona texana les ha dado por sembrar algodón, y las pizcas de ello dan trabajo y ganancias a quienes los siembren. Es trabajo duro, hay que recogerla agachados y a veces el sol pega durísimo, los mejores pizcadores recogerán en una mañana de 70 a 90 kilogramos, el kilo debe costar en el mercado unos 145 pesos. Me ocurrió un mediodía en la zona texana de Mc Allen, y bajé a la foto.

UNA DE OVIDIO

Dicen las redes sociales, que en Culiacán han bautizado en estos días a más de 40 críos con el nombre de Ovidio. Que se volvió tan famoso como cualquier artista. Y me fui a Wikipedia, para encontrar que Ovidio es el poeta universal del pueblo del imperio romano. Por razones desconocidas Ovidio fue enviado al exilio a Tomis en el VIII d.C., donde vivió hasta su muerte. O sea, los han bautizado como el rescatado Ovidio o como el poeta de Roma.

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