De los Angeles a los Demonios

Dra. Denisse de los Angeles Uribe Obregón

Celebración del día de muertos: el encuentro con los vivos
Durante los últimos días del mes octubre y primeros de noviembre, nuestro país se
convierte en un mosaico de colores, aromas y sabores que nos acercan a los seres
queridos que se fueron del plano terrenal, a través de la celebración del día de
muertos.
Esta festividad es una de las tradiciones más arraigadas de nuestro país, cuyo
origen se remonta a las civilizaciones mesoamericanas, sin embargo, adquirió
nuevos matices con la llegada de los españoles, convirtiéndose en una mezcla de
rituales prehispánicos y creencias religiosas.
Debido a la composición pluricultural de nuestra nación, las festividades de día de
muertos varían de una región a otra, pero todas conservan la misma esencia y la
misión de celebrar el breve retorno a casa de las ánimas de los difuntos.
México es un país que se caracteriza por rendirle culto a la muerte, por hacerla parte
de sus mitos y ritos, convirtiéndola en uno de los elementos culturales que
constituyen la identidad del mexicano y el origen de una tradición reconocida a nivel
internacional.
El día de muertos fue declarado por la UNESCO como obra maestra del patrimonio
oral e intangible de la humanidad en el año 2003, por considerarse una expresión
tradicional, contemporánea, viviente e integradora.
Reconocimiento merecido a esta festividad ancestral con aroma a copal y
cempaxúchitl que enarbola el recuerdo de los que se fueron y su encuentro con los
que permanecemos aquí.
Durante estas fechas es común que familias enteras y comunidades se reúnan,
fortaleciendo lazos afectivos y acercándose a sus orígenes a través de la evocación
de un destino común; para los mexicanos esta tradición va más allá de la
veneración y del flolklore, se trata del encuentro entre familias y comunidades, la
convivencia con los vivos a través de la conmemoración de los muertos.