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Decisión Banxico

Decisión Banxico

Este jueves se dará a conocer el penúltimo anuncio de política monetaria del 2019 y el mercado está dando por hecho que Banxico reducirá la tasa de interés de referencia.

Aunque una buena parte de los especialistas anticipa que el recorte será de 0.25%, hay quienes argumentan que el recorte podría ser de 0.50 por ciento. En la opinión de este columnista, lo más probable es que la Junta de Gobierno de Banxico, en una decisión dividida, opte por la reducción de 0.25% y espere la última reunión de política monetaria del año para ver si hay condiciones para realizar otro recorte idéntico.

La decisión de política monetaria de hoy se da en un contexto donde la economía mexicana se encuentra en total estancamiento y con pocas perspectivas de recuperación en el corto plazo.

La fuerte desaceleración, que amenaza con convertirse en recesión, ha generado un creciente nivel de holgura en la economía, lo cual ha contribuido —junto con la ausencia de incrementos en términos reales a los precios de algunos bienes como las gasolinas— a que las presiones inflacionarias brillen por su ausencia, a pesar del fuerte incremento observado en el salario mínimo.

Aunque el componente subyacente de la inflación ha tenido un comportamiento menos favorable que la inflación general, el balance entre inflación y crecimiento parecería justificar una reducción más agresiva en tasas, ya que la tasa de interés en términos reales —es decir, la tasa nominal menos la inflación— se ubica cerca de 4.75%, muy cerca del nivel más alto en más de una década y muy por arriba del promedio de los últimos 10 años de 1.03 por ciento.

No obstante, la decisión de política monetaria de hoy no se toma en el vacío, sino en un contexto donde podría haber riesgos importantes en la estabilidad financiera de nuestro país.

Por un lado, el proceso de ajuste a la baja en tasas por parte de la Fed parece haber concluido, lo cual implicaría que cualquier reducción adicional por parte de Banxico reduciría el diferencial de tasas entre México y Estados Unidos.

Dicho diferencial, que se ubica actualmente en 5.5% y que ha promediado 4.265% en los últimos 10 años, es considerablemente mayor al mínimo de 2.75% observado en el 2014, pero está por debajo del máximo de 6% observado en septiembre.

Aunque no es el único factor, dicho diferencial ha jugado un papel crítico en darle estabilidad al peso mexicano. Por otro lado, está el creciente riesgo de que la calificación crediticia de México como emisor soberano y la de Pemex se vean reducidas en los próximos meses.

De acuerdo con una encuesta de la correduría Bank of America Merrill Lynch, el porcentaje de inversionistas que anticipan una disminución en la calificación que resulte en la pérdida de grado de inversión para México ha aumentado de 41% a principios de año a 77% actualmente.

Ante esta situación, el riesgo de una brusca salida de capitales y sus efectos desestabilizadores son factores que Banxico tendrá presentes en su decisión y que limitan la posibilidad de una trayectoria más agresiva de recortes en la tasa de interés.

joaquinld@nulleleconomista.com.mx

Tomado de El Economista.