En México, solo el uno por ciento de los estudiantes de 15 años posee un alto nivel de competencia en Matemáticas, reveló este martes los resultados del Programa para la Evaluación Internacional de Alumnos (PISA, por sus siglas en inglés) de la Organización para el Comercio y Desarrollo Económicos (OCDE).
De acuerdo con los resultados de las pruebas aplicadas en 2018, solo ese porcentaje alcanzó el nivel 5 o superior en esa materia.
“Los estudiantes pueden desarrollar y trabajar con modelos para situaciones complejas, identificando restricciones y especificando supuestos. Pueden seleccionar, comparar y evaluar estrategias apropiadas para resolver problemas complejos relacionados con estos modelos”, señala la organización en el texto.
En la evaluación de 2018, los estudiantes de 15 años que hicieron la prueba obtuvieron una puntuación promedio en este apartado de 409 puntos, una unidad más que lo registrado en 2015.
La OCDE calificó este avance como positivo, pero plano y con tendencia a ser menos positivo en los siguientes años.
La puntuación de México en Matemáticas contrasta con el promedio de la OCDE (489 puntos) y con el de otros países latinoamericanos como Uruguay (418) o Chile (417).
¿Y qué tal salimos en Lectura y Ciencias?
En la principal competencia a la que se enfoca el ejercicio de 2018, que es Lectura, México consiguió una marca de 420 puntos, tres unidades por debajo de lo conseguido en la prueba de 2015.
Por ello, la OCDE calificó este resultado como plano para el país.
En este rubro, nuestro país también estuvo por debajo de los 487 puntos del promedio de los países de la organización y de los 555 puntos que alcanzó China como líder global.
En Ciencias, el rendimiento promedio de los jóvenes de 15 años es de 419 puntos, en comparación con un promedio de 489 puntos en los países de la OCDE.
El resultado de la edición de 2018 en esta materia estuvo tres puntos por arriba de lo conseguido hace tres años, aunque la OCDE calificó el desempeño como plano.
Los niños se desempeñan mejor que las niñas, con una diferencia estadísticamente de 9 puntos porcentuales, comparado con el promedio de la OCDE de 2 puntos porcentuales más para las niñas.
El ejercicio fue aplicado a 32 millones de jóvenes de 15 años de 79 países.