División en México
Agustín Basilio de la Vega
Al cumplirse el primer año de la 4T y cerca del fin del 2019, hacemos un balance de los logros nacionales y personales. De los primeros, sabemos que no se ha acabado con la corrupción, que la inseguridad está peor que nunca, que la economía no crece y que la democracia en México está en riesgo. Por otro lado, la inflación es mínima, se ha incrementado la ayuda a los adultos mayores y el peso se ha mantenido estable.
Respecto a la situación personal de cada uno de nosotros, el balance entre lo bueno y malo que nos ha ocurrido durante este año que está por concluir se podrá ir realizando en estos días en asuntos de seguridad familiar, trabajo, salud, educación, patrimonio, etc. Muchas de las cosas malas y buenas que nos pasan son consecuencia de nuestras decisiones y acciones pero también del ambiente general que atraviesa el país y de las políticas públicas del gobierno.
Por ejemplo, un nuevo fenómeno en México es la “polarización”, este término se emplea para explicar cómo una sociedad se divide grave y profundamente. No se tiene ningún antecedente reciente desde la Revolución Mexicana.
El presente gobierno, inmediatamente después de su triunfo electoral, ha venido culpando a sus antecesores de todos los males que le pasan a México. Responde a la crítica de la oposición y señalamientos de la sociedad invariablemente y los califica de “adversarios” o “conservadores”. A la prensa objetiva le dice “fifí”, se burla de los expertos y desprecia a los técnicos diciéndoles “tecnócratas”.
El presidente y su gobierno ataca a los “columnistas” críticos, descalifica a los empresarios que objetan sus estrategias económicas, excluye del gobierno a los que no coinciden con ellos, no escucha las razones legales o técnicas de los que pensamos diferente y poco a poco está colonizando todos los espacios públicos tanto de los poderes Judicial y Legislativo como de los organismos autónomos como la Comisión de los Derechos Humanos y ahora el Instituto Nacional Electoral.
Para el actual gobierno, si no estás con Morena y el presidente, estas en contra de México. No hay respeto, ni tolerancia, ni dialogo y menos acuerdo. Es sólo lo que ellos dicen y punto.
Esa práctica maniquea está haciendo que México se divida en pueblo y anti pueblo. Según el presidente López, el pueblo bueno son los pobres, los que votan por su partido, los anarquistas, etc. En cambio los ricos, los empresarios y los académicos, y los que votan por preservar las instituciones democráticas y el libre mercado, son “ati-Mexico” es la mafia del poder o los enemigos de la 4T.
Como nunca, México está divido como sociedad y ya está afectando a las familias. Si se sigue predicando desde palacio nacional que hay buenos y malos mexicanos solamente se agravará esta división.
Ojalá el año que viene corrija su discurso el presidente y su gobierno porque en el 2021 habrá de nuevo elecciones, competencia y efervescencia política. Sin tolerancia, diálogo e inclusión, México es débil. Sólo un país cohesionado puede avanzar hacia mejores días.
En víspera de la navidad, urge una tregua para que los mexicanos de buena voluntad nos sentemos a realizar un balance de lo que daña a México, de lo que si le hace bien para corregir los errores y alentar los aciertos.
@basiliodelavega 9 de dic de 2019