El problema del estrés cada vez se generaliza más entre las personas en la actualidad, no tan sólo entre adultos mayores que se vuelven demasiado preocupones, sino ahora también en jóvenes que se ven presionados por razones académicas, familiares, laborales o de otro tipo. Ayer, estando afuera de una consulta médica llegó un joven de unos 35 años que al recibir una notificación de trabajo que le afectó se le subió la presión y dejó de tener movimiento en una mano. En otras ocasiones la afectación es en el cuello o en alguna otra parte del organismo. Le pregunté al médico por una solución y me respondió: «complejo B inyectado, un antiosilitico como dorixina relax, o Lexotan en pequeñas dosis diarias». Qué gran problema de nuestros días. Foto «Hola».