RICOS Y PODEROSOS
T-MEC, ventana de oportunidad
Marco A. Mares
El próximo 13 de enero podría ser la fecha en la que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firme la Ley de Implementación del Tratado entre México-Estados Unidos-Canadá (T-MEC).

El Parlamento canadiense aprobaría el acuerdo en el primer trimestre de este año. Sobre la base de estos pronósticos, el T-MEC entrará en vigor tres meses después de que el último socio comercial notifique que ha concluido sus procedimientos internos de aprobación. De tal manera que el nuevo acuerdo comercial trilateral podría estar vigente a partir de junio. En el contexto, la firma del T-MEC es un acto político muy importante para el presidente de EU, porque el 14 de enero se celebrará el séptimo debate demócrata.

Y el 15 de enero Trump firmará la primera fase del acuerdo comercial con China, que suspende nuevos incrementos arancelarios y reduce a la mitad los aranceles aplicados por EU a 120,000 millones de dólares provenientes de ese país.

Todo ello ocurrirá en paralelo a la crisis EU-Irán
De acuerdo con el pulso del Consejo Coordinador Empresarial (CCE) que encabeza Carlos Salazar se abrió una ventana de oportunidad para la ratificación del T-MEC en el Senado estadounidense antes de que se vote la posible destitución del presidente estadunidense. Esta ventana de oportunidad es de 15 días. Entre hoy (7 de enero) y mañana (8 de enero) el Senado estadounidense dictaminará y transmitirá al pleno la iniciativa de ley de implementación del T-MEC.

Así entonces, de acuerdo con la Autoridad de Promoción Comercial (TPA), a partir der la aprobación del Comité de Finanzas, el pleno del Senado cuenta con 15 días legislativos parta considerar la iniciativa.

El cálculo del CCE, con base en el pulso que obtuvo de sus contactos en EU, es que el voto en el Senado podría darse el 9 de enero, o a más tardar, a principios de la semana del 13 de enero. Si así fuera, la Ley de Implementación del T-MEC podría presentarse a firma del presidente Trump la misma semana del 13 de enero. A partir de ese momento sólo faltaría la aprobación en el Parlamento canadiense que se espera ocurra en el primer trimestre de este año.

Considerando que la aprobación en Canadá se diera hasta el último día del trimestre, el T-MEC entraría en vigor en junio, pues está previsto que entre en vigor tres meses después de que el último socio comercial notifique que ha concluido sus procedimientos internos de aprobación.

Por ahora todavía hay dos temas de negociación muy importantes para México: las regulaciones uniformes sobre la aplicación de las reglas de origen del sector automotriz y la lista de los panelistas que intervendrían en el mecanismo de solución de controversias establecido en el capítulo 31 (Estado-Estado). Ambos temas son de enorme trascendencia para México y habrá que ver si logra superarlos favorablemente.

Pero más allá de todo, la ratificación y entrada en vigor del nuevo acuerdo comercial trilateral será de enorme importancia para el comportamiento de la economía mexicana.

Mucho se ha hablado de que el gobierno mexicano cedió mucho frente a sus dos socios comerciales: Estados Unidos y Canadá. Sin embargo, hay que decir que la relación comercial trilateral ha sido asimétrica desde su origen, por la diferencia en el desarrollo de cada uno, con todo y todo, la economía mexicana se beneficia mucho.

Con el TLCAN, las exportaciones mexicanas se incrementaron notablemente y los niveles de competitividad y productividad de muchos sectores productivos alcanzó niveles internacionales. Con esta nueva versión del acuerdo, México, cede en sectores en los que venía avanzando marcadamente, como el automotriz. Pero la ratificación del renovado acuerdo, mantiene a México en la zona de libre comercio norteamericano y ello es fundamental en un momento en el que EU libra una guerra comercial sin precedentes contra China.

México podría beneficiarse de esa circunstancia y si se ratifica y entra en vigor el acuerdo, es muy probable que se traduzca en una mejoría en las inversiones y la confianza hacia la economía mexicana. Al tiempo.

Tomado de El Economista.