¿Y qué tal si abrimos la tertulia con este texto de El Profeta de Gibrán, para animarnos?: «Y en la dulzura de la amistad, dejad que haya risas y placeres compartidos. Porque en el rocío de las cosas pequeñas el corazón encuentra su mañana y se refresca». Lo escribió David Escobar Armando y nos lo envió Francisco Echeverría Cortés. Foto de «Busca libre».