Del Megxit a TUSA

Claudia Viveros Lorenzo

 

Megan y Harry por fin vivirán felices en Canadá. Se salieron con la suya. Y según la prensa internacional aunque fueron castigados por la abuela, la Reina Isabel ll de Inglaterra, la cual les quitó sus títulos nobiliarios, despojándolos del título de alteza real y haciendo que paguen el dinero que se les dio para reformar la casa que solicitaron tener, después de contraer matrimonio, parece que a la pareja no le importa.

La separación de los duques de Sussex ha sido noticia y todo el mundo especula en el chacoteo habitual que surge cuando hay problemas familiares. Y a todos nos entretiene, pensar en que la abuela es una bruja o que el pobre de Harry se casó con la versión afroamericana de Maléfica.

Todos tienen sus posiciones encontradas. La pregunta aquí es, ¿porqué siguen existiendo las monarquías en 2020? Queremos adoptar poses de sociedad moderna y altamente evolucionada y seguimos enfrascados en cuentos de princesas y reyes. Acaso tenemos todos un poco de sumisos y nos causa placer sabernos tan plebeyos y adoramos y aplaudimos a esta gente, que son solo parásitos, que viven a costa de los impuestos de habitantes de sus países, que los honran, y con esto, se piensan diferentes por contar con familias de “sangre azul”.

La prensa ayuda mucho a construir historias que tienen a la mayoría sumidos en la analgésica historia y pendiente de cual será el próximo paso de la parejita a la que se le augura, grandes ganancias, puesto que son altamente influyentes e icónicos.

 

Y volvemos a las figuras huecas, porque, hasta ahora, la proeza de estos dos ha sido solo tener un lindo bebe interracial, verse lindos, saludar, tomarse fotos y sonreír.

 

Australia se quema poco a poco, Estados Unidos de Norteamérica esta en una difícil posición contra Irán, lo cual a todos nos tiene un poco nerviosos, la economía mundial cada vez esta más desacelerada, en África y países del oriente, mueren miles de niños por infecciones digestivas al estar expuestos a las mínimas condiciones salubres por la pobreza en la que viven, y seguimos pensando en reyes y duquesas.

 

Que triste que evadamos. Que estemos tan empeñados en no voltear a ver lo que realmente importa. Que esta generación tan inmersa en la tecnología este tan desinformada. Que los índices en educación no estén creciendo realmente, que solo sean maquillados porque los vicios en el sistema se van volviendo inmensos, lo cual perjudica cada vez más a los que menos tienen y favorece a los contados que viven podridos en plata.

 

Y todos escuchando TUSA, riendo, y cayendo en el vacío. Le pido que considere como lleva su día. Qué es lo que lee, que noticias son las que le interesan, sobre qué temas puede opinar. Hágase un autoexamen de consciencia y vea cuales son sus flaquezas y en que necesita urgentemente ser más fuerte. Edúquese, no se conforme, vaya por más. Utilice todo lo que tiene en la palma de su mano para crear criterios solidos que ayuden a su entorno. Todos sabemos que el planeta agoniza, dígame que ha hecho para ayudar, además de molestarse porque ya no dan bolsas en el súper. No es regaño, por favor, ni siquiera lo piense, es exhortación.