EL CIELO ES LA ESCUELA
Por: Alberto Calderón P.
Todo lo que vemos a nuestro alrededor es producto de una inmensa explosión hace 13800 millones de años aproximadamente, cuando el universo era pequeño, caliente y denso, así lo valoran muchos científicos expertos en la materia, pero ¿Cuál es el origen de esos conocimientos?
Los primeros fenómenos documentados fueron hechos por Aristóteles quien afirmaba la redondez de la tierra, recordando uno de sus múltiples tratados sobre diversas disciplinas como el de Física, de ahí toma esta ciencia el nombre que le da su esencia, ha servido junto a otras ciencias del mismo calado para ampliar el conocimiento de lo que conocemos de nuestro planeta y fuera de él. Otro de los grandes filósofos que aportaron al pensamiento de la tierra y el universo fue Pitágoras quien dijo una célebre frase “Lo que gobierna al mundo y las ideas es el número”, nació en una pequeña isla cerca de Mileto, sus deducciones matemáticas fueron fundamentales en el mundo antiguo, era tal su influencia que a la entrada de la escuela de Platón se leía “que no entre nadie que no sepa geometría”.
Platón le encargó a sus discípulos que descubrieran las leyes que rigen los planetas que se podía mirar a simple vista, Venus, Marte y Júpiter, por medio de las matemáticas, el ejercicio lo inició Eudoxo, siglos después lo secundaron Aristarco e Hiparco llevándolo a un nivel muy alto, fue Tolomeo quien plasmó en un libro llamado “Almagesto” todo el conocimiento acumulado, fue un astrónomo que vivió en el siglo 1 de nuestra era en Alejandría. En “Almagesto” se describe el movimiento de los planetas a partir de las interpretaciones matemáticas de una forma casi perfecta, con la cristianización del mundo Helénico el conocimiento fue poco comprendido, el libro viajó por la India y otros territorios siendo preservado durante más de mil años hasta que llegó a las manos de Copérnico quien corrige el texto ubicando al sol en el centro y la tierra girando alrededor de el junto a los demás planetas, una generación posterior surge otro gran científico Johannes Kepler, realiza un minucioso estudio dando coherencia a los planetas que giran alrededor del sol y con esto revoluciona la interpretación de nuestro sistema solar que no había sido cambiada por más de mil años, en Italia otro inquieto investigador de las estrellas Galileo Galilei, un hombre muy culto y polémico se entera del descubrimiento del telescopio hecho en Holanda, pide uno y no lo dirige a los confines de la tierra, el lo dirige al cielo y con esto cambia la historia de nuestra concepción del universo. Se entera de la existencia de los anillos de Saturno, los satélites que circundan Júpiter y muchas otras maravillas con la creación de instrumentos científicos que amplían el panorama haciendo el conocimiento más vasto.
Hoy vivimos en una era donde la tecnología espacial hace que el cielo se vuelva una pasarela de satélites, al grado que una compañía rusa de nombre Start-up plantea lanzar en una órbita baja 300 satélites como pixeles para crear una pantalla con fines publicitarios, en un futuro cercano podríamos ver anuncios al mirar el cielo y con ello romper el encanto de las estrellas y su universo.
No debemos permitir tal atrocidad, bajemos esa idea mercadológica y manipuladora, igual que el proyecto de una luna falsa que impulsa China, no es la primera locura que intentan hacer, ya se conocen otros intentos fallidos en ese sentido.
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Miembro de la Red Veracruzana de Comunicadores (REVECO)