PIB con peras y manzanas
Agustín Basilio de la Vega

El crecimiento del Producto Interno Bruto de México decreció en 2019 el 0.1 % de acuerdo a los datos del INEGI. Esta noticia resulta relevante para el gobierno de López por diversas razones:
En primer lugar es un dato oficial que el propio gobierno da a conocer pues el Instituto Nacional de Estadística y Geografía es un organismo público con autonomía técnica y de gestión, responsable de normar y coordinar el Sistema Nacional de Información Estadística y Geografía.
De ese informe del INEGI se desprende que la suma de bienes y servicios que se produjeron, comerciaron y consumieron en México disminuyeron, es decir que los más de 120 millones de mexicanos no pudimos aumentar las oportunidades de trabajo, el uso de servicios, la adquisición de bienes etc. Por cada $100.00 con que los mexicanos empezamos enero del 2019, al finalizar diciembre solo alcanzamos $99.90.
En segundo lugar, en los últimos diez años, el PIB de México había crecido de manera constante. Desde 2009 que la reducción del PIB fue estrepitosa (-6.5%) cada año la economía mexicana creció convirtiendo a México en una economía sana.
La reducción del PIB en 2019 se debe a decisiones internas de México y no se deriva de una crisis de escala mundial como ocurrió en 2008 cuando se colapsó la burbuja inmobiliaria norteamericana del 2006 provocando en octubre de 2007 la llamada crisis de las hipotecas SUBPRIME.
Las consecuencias de esta crisis hipotecaria se manifestaron gravemente en 2008 en EU para luego impactar al mundo financiero y directamente a México por la falta de liquidez. Otra consecuencia del fenómeno económico del 2008 fue una crisis alimentaria global que colapsó las bolsas del mundo (crisis bursátil de enero de 2008 y la crisis bursátil mundial de octubre de 2008) y, en conjunto, una crisis económica a escala internacional. Hoy México tiene su economía estancada pese a que las de Estados Unidos y el resto del mundo están en crecimiento.
En tercer lugar es muy penoso que el presidente López haya criticado a los gobiernos anteriores por que alcanzaron en promedio un crecimiento del PIB de poco más del 2% en promedio por año y él, en su primer año no solo no haya logrado crecimiento sino que haya perdido pasando a una cifra negativa después de una década de bonanza.
En Campaña, el entonces candidato, prometió que el PIB de México crecería en promedio 6% con lo que convenció a más de 30 millones de mexicanos de votar por él. No obstante ese ofrecimiento, en el paquete económico 2019 se estableció una meta para el PIB de 2% y el promedio anual se pronosticó en 4%. La realidad fue que creció -0.1 % o sea no solo no se creció sino que se redujo.
En resumen: No se pudo cumplir con las promesas, la reducción del crecimiento económico fue por las decisiones internas del gobierno Mexicano y no resultado de una crisis internacional y finalmente, las cifras oficiales son las primeras negativas en un decenio.
En este 2020, el gobierno estableció nuevamente una meta de entre el 1.5% y 2.5% (igual que el año pasado) pero ya hay indicios de que puede ser menor al 1% o peor, por lo que difícilmente se alcanzará lo prometido en campaña del 6% en promedio. Sin crecimiento del PIB sólo se espera más pobreza para todos los mexicanos de todos los niveles sociales y económicos.
@basiliodelavega 3 de febrero de 2020