SIN FRONTERAS
De epidemia regional a pandemia global
Joaquín López-Dóriga Ostolaza
Conforme se conocen más datos del número de casos de personas infectadas con el coronavirus fuera de China, la percepción de que la epidemia regional podría convertirse en una verdadera pandemia global ha venido creciendo considerablemente.
Después de alcanzar un nuevo máximo histórico a mediados de este mes, los principales índices accionarios de Estados Unidos han registrado retrocesos en un rango de 7 a 9 por ciento.
Hasta ahora, el número de casos totales de coronavirus a nivel global es de casi 80,000, con 97% ocurriendo en China. La principal afectación desde el punto de vista económico se ha dado en China, como resultado de las medidas de cuarentena implementadas por las autoridades para evitar la propagación.
Sin embargo, las ramificaciones se han comenzado a sentir a nivel internacional dada la integración de China a la cadena de suministro global. China es el exportador más grande del mundo y el segundo importador.
La economía china ha estado parada durante las últimas semanas por lo que el primer trimestre seguramente presentará una afectación importante al crecimiento.
Sin embargo, la afectación al PIB global podría ser mucho mayor, conforme la epidemia regional se convierta en una pandemia global. Aunque el número de nuevos casos de coronavirus en China ha comenzado a disminuir, el número de casos fuera de China se ha acelerado considerablemente y la presencia del virus se ha extendido a más de 30 países.
Asimismo, el Center for Disease Control (CDC) en Estados Unidos ha emitido una alerta por la llegada del virus a Estados Unidos. De acuerdo con los especialistas, la crisis del coronavirus probablemente tendrá un impacto muy superior al de las últimas epidemias de salud mundial como la del SARS del 2003-04 y la de la influenza H1N1 del 2009.
De acuerdo con los especialistas, el coronavirus se caracteriza por ser muy contagioso, pero también por tener un índice de mortalidad de apenas 1-2% en comparación con 10% del SARS y 34% con el MERS, aunque significativamente por arriba de 0.02% de la H1N1 en Estados Unidos.
Aunque el coronavirus es mucho menos letal, la facilidad de propagación requiere de medidas más estrictas de cuarentena y es aquí donde se genera un impacto económico más profundo.
Aunque la economía china podría comenzar a recuperarse a partir del segundo trimestre, el impacto en el resto del mundo apenas comienza. Si el número de casos fuera de China se acelera, será necesario intensificar las medidas de contención, lo cual le pasará la factura al comercio internacional, al consumo y a la producción industrial.
Algunos especialistas financieros ya comenzaron a revisar sus pronósticos de crecimiento del 2020 a la baja. En el caso específico de China se espera que el crecimiento anual sea de apenas 5.4% en lugar de 6.0% anticipado.
El impacto para el resto del mundo aún es incierto. No obstante, ante una propagación mayor, es muy probable que veamos nuevos estímulos fiscales y monetarios. Sin embargo, ni los bancos centrales ni los gobiernos tienen gran margen de maniobra después de 12 años de estar constantemente implementando medidas de estímulo.
Ante esta situación es posible que los mercados sigan muy volátiles y con el riesgo de una mayor corrección, aunque todavía no se trate de un bear market.
joaquinld@nulleleconomista.com.mx
Tomado de El Economista.