Números Rojos
Coronavirus
Brenda Caballero
Era solamente cuestión de tiempo ¡llegó el Coronavirus! El día de ayer se confirmó el primer caso de Covid-19 en México, y no fue por el crucero que arribó a Cozumel y del cual se tenía la alerta. Según declaraciones de las autoridades, el virus ingresó por el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, procedente de Bergamo, Italia, vía Madrid, el 22 de febrero, lógicamente derivado de la falta de protocolos de seguridad y sanidad para revisar a los pasajeros que ingresan al país.
En la mañanera, el día de ayer, de acuerdo a declaraciones de Hugo López Gatell, subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, se mencionó que ya un varón ya se encontraba en aislamiento epidemiológico en el Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias; posteriormente, otro caso en Culiacán, pues un conferencista procedente del mismo vuelo y que está hospedado en el hotel Lucerna, ya confirmó positivo a la prueba. En ambos casos se ha contactado a las personas con las que mantuvieron contacto en la última semana y ya hasta se aisló a toda la familia.
Desde el jueves se mencionaba en redes sociales un caso en el Hospital La Raza, del IMSS… la noticia resultó falsa, como seguramente veremos muchas más en los próximos días; recordemos que hay muchas personas a las que les gusta ver arder al mundo o mejor dicho, les gusta ver contagiado al mundo.
Si bien este viernes la información giró en torno al Coronavirus en los medios de comunicación y redes sociales, de cómo prevenir ser contagiado, no se pudo evitar que personas salieran a hacer compras de pánico de desinfectantes como el de la marca Lysol, Pinol y hasta cubrebocas.
Esto me recordó aquel abril de 2009 cuando muchas personas apanicadas, entre ellas yo, salieron a comprar aquel respirador contra partículas que usan los soldadores y que aún conservo y que me costó 67 pesos. Todo con tal de protegernos de la Influenza A-H1N1 que sacudió al país y más porque en Veracruz teníamos el llamado “el paciente cero”, el niño Édgar Hernández, el cual fue señalado de inmediato por el entonces gobernador de Veracruz Fidel Herrera Beltrán. ¡Vaya! hasta una estatua le hicieron al pequeñín. Hoy el joven ha sido olvidado, y hasta pareciera que hubo mero oportunismo político por parte del Tío Fide para salir en los reflectores a nivel nacional.
Si usted revisa las redes sociales, encontrará más memes y bromas sobre el Coronavirus que información de prevención. Ya platicábamos anteriormente que el mexicano se burla de todo, hasta de la muerte.
Pero ¿debemos preocuparnos? Preocuparnos sí, paniquearnos no, y desde luego seguir las recomendaciones que marcan las instituciones y organismos de Salud. También, no acudir al hospital por una gripe con catarro, sino que debe estar acompañada de fiebre y malestar general, pues también recordemos que aunque se comente que hay espacios de atención, el pánico es más terrible que el virus.
Mucho se ha hablado de la falta de protocolos y políticas de salud preventivas para evitar el contagio del Covid 19; es verdad, nuestro país no tiene la infraestructura de los sistemas de salud de otros países, pero hay acciones que la sociedad civil va implementando, como poner antibacteriales en los lugares donde se concentra la mayor densidad de población o como el que la iglesia suspenda el saludo de paz durante su homilía y poco a poco, más acciones se suman.
Tal vez éstas le parezcan insignificantes, pero ¿Qué más podemos hacer como individuos contra el Coronavirus?
Mientras tanto, el Gobierno ya implementa sus Nocturneras, a las nueve de la noche, donde la Secretaria de Salud y el Subsecretario Hugo López Gatell darán conferencia para mantener a la población informada.
@NumerosRojos_BC