COLUMNA INVITADA
El censo 2020 y su contribución al desarrollo de la economía
Julio A. Santaella

La información de calidad es el principal recurso para que individuos, autoridades, empresas y la sociedad en general tomemos decisiones con base en evidencia objetiva. Los Censos de Población y Vivienda son la fuente de información más rica y con mayor desagregación geográfica con que contamos en nuestro país para conocer el perfil de la población y sus viviendas y, al realizarse cada 10 años, su información permanece vigente por una década.

El censo es mucho más que un conteo poblacional. Permite conocer la dimensión, estructura y distribución espacial de la población de nuestro país, sus principales características socioeconómicas y culturales; el número de viviendas y sus características y la infraestructura urbana y de servicios con la mayor desagregación geográfica posible. De igual forma es el marco de referencia para el diseño de muestra de las encuestas en hogares que realiza el Inegi.

El censo indaga sobre la estructura por edad y sexo de los residentes en México, el parentesco y situación conyugal de los habitantes de una vivienda. También visibiliza fenómenos poblacionales como migración, fecundidad y mortalidad, etnicidad (población indígena y afrodescendiente), condiciones de discapacidad, preferencias religiosas, acceso a servicios de salud, escolaridad y la condición de actividad de las personas. De igual forma, nos permite conocer las características constructivas de las viviendas, su acceso a servicios como agua, electricidad, instalaciones sanitarias y de saneamiento, la disponibilidad de algunos bienes electrodomésticos, de transporte y de tecnologías de la información en las viviendas.

Esta información resulta muy útil para los diversos agentes económicos en nuestro país: sector público, privado, social y la academia. El censo produce información estadística que sirve de insumo para focalizar poblaciones de interés tanto para la planeación, organización y ejecución de políticas públicas, como para la realización de estudios de mercado requeridos en los análisis para tomar decisiones de inversión o caracterizar fenómenos sociales.

Conocer la pirámide poblacional y las características de sus viviendas permite prever la demanda de bienes y servicios provistos por los sectores público y privado en el corto, mediano y largo plazos. Adicionalmente permite estimar la fuerza laboral con la que contará la economía en los siguientes años, así como el perfil por edad de los consumidores potenciales. El conocer la distribución espacial de las personas en nuestro país permite además saber dónde se enfrentará la demanda por bienes, servicios o infraestructura.

El censo es el único programa estadístico que ofrece información a nivel de manzana para las ciudades y localidad para el ámbito rural. Por lo tanto, es la fuente de información más importante para las decisiones locales para municipios y comunidades.

Sólo con información podemos realizar diagnósticos acertados que nos permitan conocer las necesidades de las personas, por lo tanto, una mejor detección de oportunidades de inversión, más herramientas para la planeación de infraestructura y satisfacer la demanda de servicios. La información nos da certidumbre, con certidumbre se pueden tomar mejores decisiones.

La información que resulte del censo será de gran utilidad para nuestro país y fundamental para su desarrollo. Por ello, los conmino a abrirles la puerta a los entrevistadores del Inegi y contestar sus preguntas.

*El autor es presidente del Inegi.

Tomado de El Economista.