Sobre Covid-19, las cosas en contexto y claras
Covid-19 es una epidemia. Así que no puede esperarse otra cosa más que se disemine en forma progresiva por todo el planeta. Pero no es momento de preocuparse, sino de ocuparse.
La autoridad lo dice: la fuerza con la que se desarrolle será en función de las medidas de mitigación y contención, dos canales de los que no se mueven epidemiólogos e infectólogos. Mitigar (hacer todo por limitar el daño); contener (hacer todo para evitar que el virus avance).
Hay muchos lugares donde no va a ser contenible. Pero eso no quiere decir que México estará como Italia o como China. En mucho depende de que la población participe en las medidas de prevención. La experiencia de la influenza del 2009 en México sí nos dejó varios hábitos de prevención como lavado de manos, estornudo de etiqueta, y conocimiento sobre las estrategias de salud pública que sí funcionan.
En México cunden las versiones de que lo más seguro es que aquí haya más casos de los confirmados y ello porque no hay suficientes pruebas. El subsecretario Hugo López-Gatell insiste en que no hay casos locales, que todos son importados y que hasta que haya un caso local pasaremos de fase 1 a 2 reforzando las acciones.
Sin embargo, otros médicos como el doctor Rafael Lozano, de la Universidad de Washington (WU), estima que es mil veces mejor ser conservador y actuar para luego no lamentar. México, dice, está preparado para la siguiente fase, pero quien sabe si para las demás.
Y es que la forma en que el virus arreció en Europa no es broma; y en Estados Unidos, que les llegó por el lado oeste desde China, ya van 23 muertos, lo que no se sabe es de cuántos casos, pues el diagnóstico está siendo muy selectivo.
Pero tampoco hay razones para aplicar pruebas en forma indiscriminada. El doctor Adrián Camacho, jefe de Epidemiología del Hospital Universitario de Nuevo León, y profesor de infectología de la UANL, considera importante dirigir muy bien el muestro para que haya costo-beneficio. El costo puede ir de 2,000 a 3,000 pesos cada una, y ya sabemos que el sector público está siendo muy cuidadoso con los recursos. Claro que si empieza a haber transmisión local y ya no sólo casos importados, cambia la estrategia de muestreo epidemiológico y se tendría que elevar el número de pruebas.
Recordemos que es primero una prueba hecha por el laboratorio estatal, y una segunda realizada por el Indre para dar por confirmado el caso. Se pueden hacer pruebas en otros lados y sacar el diagnóstico, pero no entra en el recuento oficial, para eso sólo cuenta la del Indre. La estrategia no es hacer pruebas a todo mundo. Si se muestrea a toda la población en forma indiscriminada, se acabarán las pruebas y ni así tendrás suficiente información. Puedes ocupar 5,000 pruebas para detectar un caso, y eso en este momento no tiene sentido, nos comparten los expertos.
La posibilidad de que en México haya más casos de los que se dan por confirmados tampoco preocupa a los infectólogos. Sí es probable que haya más casos de los oficiales, dice el doctor Camacho, sobretodo dada la intensa relación con California. Tenemos vuelos directos a Los Ángeles, a Nueva York y a Washington D.C. donde el virus está ya muy presente.
Pero en todo caso sería un subregistro en México no peligroso, porque deben ser casos leves o moderados e incluso sin síntomas, que no han requerido tratamiento médico.
Tomado de El Economista