La cuarentena

Claudia Viveros

 

Ya lo veíamos venir. La suspensión de clases era inminente. Sin embargo, al ser un suceso, en el cual no tenemos experiencia, es importante que se cuiden todos los detalles. El aislamiento, esta siendo utilizado por varios países del mundo, como medida de precaución ante el brote de coronavirus COVID19, el cual se está esparciendo a gran velocidad y cobrando vidas. Se dice que, hasta este fin de semana, se tienen detectados 150 mil casos en 140 países. China desde el 20 de enero alertó al mundo y accionó. Dos meses después, empieza a tener un reconocible control sobre la pandemia. Y los demás países, se encuentran observando y reconociendo, cuales podrían ser las medidas más favorables, tomando en consideración los errores de unos y los aciertos de otros.

 

Lo cierto es, que guardarse en casa y no exponerse es fundamental. Por lo que la medida que la secretaría de educación, al suspender clases durante un mes completo, es realmente la adecuada. Ahora bien, es obvio que las autoridades, no anunciaron esta decisión como cuarentena, porque si de por sí, el pánico a cundido, al ser tan noveles en estos temas, la ciudadanía podría caer en una histeria poco controlable.

 

Comunicó que se adelantaban vacaciones. Y esto es un arma de doble filo, ya que, al no sembrar pánico, también no se está alentando a la ciudadanía a tomar la seriedad en el asunto. Muchos saltaron de alegría y corrieron  aprovechar ofertas. Hay paquetes turísticos que están hasta en un 70% debajo de su precio normal y obviamente son muy atractivos. Pero repito, no son vacaciones. Muchos entonces, dirán: ¡que mala suerte! ¿Tengo que quedarme encerrado? La respuesta rotunda es: sí.

 

Pero no lo vea como un encierro, los que tienen la fortuna de poder permanecer en casa y no tener que exponerse, pueden tomarlo como un tiempo magnífico de convivencia, de esparcimiento sano, de autocuidado, al mejorar su dieta, tomar vitaminas, alejarse del estrés y hasta de aprovechamiento para volverse más eficaces y aprender nuevas formas de aprender.

 

Aquí la cosa es llevar a cabo la cuarentena, tal como lo marca la regla. Por propia salud y por responsabilidad social. No se exponga ni exponga a los demás, pero sobre todo, tómelo con calma. Es increíble el desabasto y el alza en los precios, que se está viviendo, por las llamadas “compras de pánico”. No permita que estos abusos se den y que otros estén saliendo “ganones” por dejarnos llevar por la desinformación. No absorba los dichos superfluos de las redes sociales, donde la mayoría opina sin fundamento. Trate de ir a fuentes serias y fidedignas. Lea todo lo referente al tema y forme su propio criterio con inteligencia y análisis.

 

Estoy segura, que en treinta días, todo volverá a la normalidad y saldremos victoriosos de la situación, si ponemos el empeño necesario y seguimos las recomendaciones al pie de la letra. Recuerde que el lavado de manos es fundamental. Los veracruzanos traemos en la sangre el vacile, y siempre nos gusta tomar las cosas lo más livianamente posible, pero esta vez, es preciso que lo dejemos a un ladito y actuemos con consciencia. Pongamos el ejemplo. Todos saldremos beneficiados.

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