La crisis del coronavirus en Europa, Estados Unidos y Latinoamérica con el creciente número de contagios y muertos, por el lado sanitario, y con la ruptura de las cadenas de producción y la parálisis parcial o total de diversos sectores, está dejando claro que el fantasma de la recesión global podría dejar de ser algo etéreo.

Ni los inesperados recortes a las tasas de interés ni las multimillonarias inyecciones de liquidez que ha anunciado el gobierno de Estados Unidos, encabezado por Donald Trump, han logrado detener el baño de rojo con el que se han entintado los mercados de capitales.

Este domingo 15 de marzo, la Reserva Federal (Fed) recortó su tasa de interés de referencia en 1 punto, dejándola en un rango de 0.0 a 0.25 por ciento. Es el segundo recorte de emergencia durante el mes. El primero fue el pasado 3 de marzo, de 50 puntos bases o medio punto.

En menos de 15 días, la Fed recortó su tasa en 1.5 puntos, antes de su próxima reunión, pasado mañana. Otra medida implementada por la Fed fue aumentar sus tenencias de bonos en 700,000 millones de dólares, en busca de blindar la economía de EU del brote del virus. Es el estímulo monetario más grande desde la crisis financiera del 2008

A pesar de ello, ayer el Dow Jones registró su peor pérdida en 30 años: cayó casi -13% (-12.93%); el Nasdaq perdió -12.32%, y el S&P 500 cerró con un descenso de -11.98 por ciento.

También por la mañana, el dólar superó los 23 pesos por primera vez en su historia. El viernes pasado el tipo de cambio cerró en 21.93 pesos por unidad.

La respuesta generalizada de los gobiernos, hasta ahora, ha sido por la vía de la política monetaria. Los analistas destacan que se requieren incentivos fiscales.

El exsubgobernador del Banco de México Everardo Elizondo, vía Twitter, comentó: “La Fed ha bajado abruptamente la tasa de interés. Hasta este momento, Wall Street ha ignorado la medida y sigue en picada. Los problemas de la parte real de la economía no se solucionan con artificios monetarios”.

El Fondo Monetario Internacional (FMI) recomendó a todas las naciones aplicar estímulos fiscales para aminorar los efectos económicos negativos del coronavirus.

Al mismo tiempo, en México, el presidente Andrés Manuel López Obrador dijo que no hay necesidad de mayores estímulos fiscales por que ya existe el que se aplica a la gasolina.

La posición del gobierno mexicano tanto en la parte sanitaria como en la económica, parece anticlimática.

Cuando en Europa y EU se aplican medidas aislacionistas, en México el presidente no interrumpe sus giras, continúa repartiendo besos y abrazos y el subsecretario de prevención de la secretaría de Salud, Hugo López-Gatell, asegura que el jefe del Ejecutivo tiene fuerza moral no de contagio.

El funcionario en los últimos días ha hecho una defensa a ultranza del jefe del Ejecutivo y ha puesto en riesgo su credibilidad, un activo muy importante, sobre todo en tiempos de crisis sanitaria.

Hace siete días el gobierno estadounidense decidió prohibir los vuelos desde Estados Unidos a Europa y viceversa, salvo el Reino Unido.

Ayer, el gobierno de Canadá anunció el cierre de sus fronteras para contener el virus.

En México, López-Gatell ha dicho que no hay evidencia científica de que esa sea una medida efectiva.

La jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, decidió no cancelar, por razones económicas, la realización del festival musical: Vive Latino. Fue muy cuestionada en redes.

Ojalá que el coronavirus no rebase la previsión y la reacción gubernamental.

ATISBOS

ESTÍMULOS. Carlos Salazar, presidente del Consejo Coordinador Empresarial, y Antonio del Valle, presidente del Consejo Mexicano de Negocios, impulsan ante Alfonso Romo, jefe del Gabinete Económico, y el secretario de Hacienda, Arturo Herrera, un paquete de estímulos. Proponen exentar del pago de ISR a los trabajadores que ganen menos de seis salarios mínimos mensuales; revivir la deducción inmediata de inversiones y la deducción de prestaciones sociales, entre otras. A ver si los atienden.

INTERNADO. Jaime Ruiz Sacristán, presidente de la BMV, está internado, confirma la institución. Dio positivo a prueba Covid-19. Su condición es buena, aseguran.

Tomado de El Economista.