Cosmovisión
Por: Raúl López Gómez
El precio de la vida
Asumir riesgos o no, por cumplir con las disposiciones de las autoridades de salud son parte de la vida diaria en el mundo, que con estoicismo la gente parece entender el drama de este tiempo que se padece con el coronavirus Covid-19, que apareció en China como una nuestra de la falta de respeto por la naturaleza.
La Teoría de Darwin de la selección de las especies al considerar que el reto es de adaptarse o morir, se percibe como un mal presagio, pero que en el nuevo milenio de convirtió en toda una realidad en lo que por algunos días, la especie humana tendrá que guardarse en sus hogares de forma temporal para estar aislados
En el mundo, las autoridades de los gobiernos, se han mostrado firmes con las disposiciones de evitar que la gente salga a realizar su vida normal, por lo que como si se tratará de una de las muchas películas de ficción que ha tocado ver en la pantalla grande, se hace una verdad irremediable en todo el orbe.
Calles vacías sin gente, restaurantes sin comensales, los servicios diarios sin usuarios, el presagio en México, del 9 de marzo de un día sin mujeres, ahora se convierte en el presagio de los días sin seres humanos deambulando en las calles,
La población en México, y sobre todo en Veracruz, lo entiende con religiosidad a no salir a las calles, por lo que se trata simplemente de cumplir con esa disposición para evitar el crecimiento exponencial del contagio del virus, y de esa forma frenar a la pandemia,
En este país, al que tanto se crítica entre unos y otros, le ha venido como siempre en el presente mandato una fortuna inaudita, de que las medidas aplicadas a las disposiciones de la Organización Mundial de la Salud son todo un éxito y por lo mismo detractores y adversarios no tienen material a la mano para denostar, ofender y hasta para tratar de provocar el caos en la gente, que se mantiene cauta con las redes sociales, a las que ya poco caso se les hace, cuando desde las conferencias del sector salud del gobierno federal, bien emuladas por entidades y ayuntamientos de informar con veracidad, ha servido y contribuido para la orientación en general son a las que la gente atiende.
Después de las compras de pánico que acabaron en el mercado con papel de baño, gel antibacterial, alcohol y los clásicos productos de limpieza, además de la comida, poco a poco las actividades mínimas en los centros de comercio se han ido realizando de forma normal, ya sin tanta aglomeración.
Hace falta, que las recomendaciones sanitarias en los súper mercados, digan a los empleados que por el momento los dependientes no hablen tanto en la oferta de sus productos, “ahí está el detalle”, hace falta mayor conciencia, a una medida necesaria a no hablar de forma muy directa, y por lo menos hacerlo a tres metros de distancia, cuando se dice que la fuerza de hablar o estornudar puede contaminar a un radio de hasta diez metros,
La gente disciplinada en Veracruz, se mantiene guardada en sus casas, la gente no sale y se mantiene aislada, las disposiciones de suspender clases y de proteger a niños y personas de la tercera edad ha sido muy bien visto.
Aquí, en la emergencia o en la contingencia sanitaria la gente ha sido cauta y respetuosa, entiéndase disciplinada, por el aislamiento es temporal, la gente se queda en casa viendo televisión, leyendo o haciendo algunos trabajos manuales de mantenimiento que antes se habían dejado pendientes.
Hay que entender que ahora el mundo virtual es real, y al parecer desde algunos países como China y Cuba, ya se anuncia que encontraron la vacuna que evita el contagio del Covid-19.
Lo que significan buenas noticias, por lo pronto, las medidas cautelares han servido como una bendición divina entre las familias que se mantienen en casa y se rencuentran a verse en el día a día, al dialogo en la sobremesa y a la confraternidad que se había perdido.
Los niños recuperaron a sus padres, los abuelos a sus hijos y en general, el reencuentro familiar ha sido grato a una decisión que fue inesperada, y jamás nunca pensada.
El efecto mariposa, de que del mal se produjo un bien, ahora en forma natural se reducen delitos, no hay forma de que se produzcan los hechos de la dinámica que se venían presentando, porque como una decisión divina el mundo entró en un impasse que nadie nunca se pudo imaginar,
Algunos en la reflexión, otros en la oración y en muchas circunstancias, al enemigo silencioso que se convirtió de ser una pandemia del mal, a un transformador de paz en el orbe,
El efecto es divino, es como sí Dios de repente se puso a operar la vida humana en el planeta tierra, a controlar todo, ante el desprendimiento de la gente de lo espiritual que vuelve como hace muchas décadas, en un mundo en donde del materialismo, el consumismo y el hedonismo de repente se cancela, porque ahora todo cambió y se volvió a lo de antes mantener en casa y en familia. Todos en paz en una película con final feliz. Así las cosas.