La Crisis que viene.

Agustín Basilio de la Vega.

La pandemia derivada por la propagación del Covid_19  y la guerra por el precio del petróleo han desencadenado una serie de impactos negativos en la economía global. La parálisis del sector terciario y secundario (servicios e industria) son sólo el inicio de una recesión que aún no se siente en todos los sectores sociales. El desplome del precio del petróleo se ve reflejado en una baja parcial del costo de la gasolina cuando paradójicamente pocos usan sus vehículos.

Los dos fenómenos son una combinación extremadamente dañina para México que en el año pasado, sin crisis mundial, disminuyó en -0.1% su PIB como consecuencia de decisiones internas como la cancelación del aeropuerto en Texcoco, la suspensión de las rondas energéticas y en general la incertidumbre jurídica que ha agrietado la confianza de los inversionistas nacionales y extranjeros en el país.

La apuesta por el rescate de PEMEX y la construcción sin estudios ni proyectos de la refinería de Dos Bocas, han causado pérdidas descomunales a la paraestatal y bajado su calificación crediticia y la han hecho fatalmente inviable. Con el derrumbe del precio de la Mezcla Mexicana de Exportación a menos de 15 dólares por barril  (presupuestada para 2020 en más de 50 dólares por barril)  saldrá más caro extraer petróleo que venderlo.

El plan del presidente López para el crecimiento económico y elevar el ingreso se los mas desprotegidos era financiar programas sociales con recursos adicionales y ahorros pero en la realidad tendrá en este 2020 menos disponible como consecuencia de la disminución de la tributación de impuestos por la parálisis de la economía social derivada de la pandemia (menos producción, menos consumo etc.) y por magros ingresos petroleros.

Ya hay bancos, calificadoras y analistas que consideran que el PIB de México en el 2020 disminuirá hasta  -7.5 % convirtiéndose en la peor recesión de los últimos 20 años. Si aun con este nuevo escenario, el gobierno no cambia su política económica y corrige los errores con un plan de choque y un programa anti cíclico, que salve las empresas chicas y grandes, este sexenio estaría marcado por el aumento de desempleo y de la  pobreza.

México tiene que crecer en promedio  8% durante cada uno de los cuatro años restantes de la administración de Morena para cumplir con la promesa de crecer 4% anual que prometió en campaña. Menudo reto tienen, ojala esta crisis los haga reflexionar y reconocer que el Estado no genera riqueza, que son los ciudadanos y su capacidad emprendedora lo que hacen posible el desarrollo humano y económico.

Twitter @basiliodelavega                                            30 de marzo de 2020