De los Ángeles a los Demonios
Solidaridad en tiempos de Covid-19
Dra. Denisse de los Angeles Uribe Obregón
Magistrada del Tribunal Superior de Justicia
El mundo entero atraviesa por una situación sin precedentes en la historia reciente de la humanidad que indudablemente nos alarma a todos, pero también nos llama a la solidaridad. El Covid-19 se ha convertido en el enemigo común de todas las naciones.
Mientras algunos países se encuentran sufriendo las funestas consecuencias de este virus, otros luchan para evitar su propagación. En México el mensaje emitido este sábado 28 de marzo por el Subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell ha sido claro, debemos quedarnos en casa, pues nos encontramos en una etapa crucial para lograr detener y contener la pandemia.
Al momento de escribir esta columna en nuestro país se tienen registrados 848 casos positivos, 16 muertes y 2,623 sospechosos, mientras que en Veracruz suman 24 los confirmados y 173 los casos sospechosos, cifras que nos obligan a seguir al pie de la letra las recomendaciones emitidas por las autoridades sanitarias.
Además de poner en práctica las medidas preventivas, debemos reforzar nuestros lazos de solidaridad y empatía como seres humanos, pues como señaló hace unas semanas el Secretario General de Naciones Unidas, António Guterres: para superar el virus necesitamos promover de forma urgente los hechos y la ciencia, además de promover la esperanza y solidaridad frente a la desesperación y la división.
No debemos provocar ni caer en pánico, cuidar la salud mental en estos momentos también es importante, por ello se recomienda abstenerse de compartir noticias falsas e información no oficial sobre la pandemia, con la finalidad de evitar la generación de histeria colectiva.
Debemos enfrentar esta compleja situación con responsabilidad, desde la serenidad y no desde el miedo, cuidándonos a nosotros mismos y protegiendo a quienes nos rodean, además de mantenernos informados y atentos a las recomendaciones oficiales.
Es momento de ser solidarios y empáticos, de apoyar a quienes lo necesitan; lamentablemente no todos pueden quedarse en casa sin tener repercusiones negativas en su economía familiar, por ello en la medida de nuestras posibilidades ayudémonos unos a otros.
No sabemos con exactitud cuanto tiempo va a durar este proceso, por lo que nuestra obligación es ser pacientes y responsables, juntos saldremos victoriosos de esta batalla; más unidos, más conscientes y más humanos.