SALUD Y NEGOCIOS
Lanza laboratorios Sanfer abasto ordenado de cloroquina, agotado por compras de pánico
Maribel Ramírez Coronel
Dado que el fosfato de cloroquina está incluido en la estrategia terapéutica de muchos protocolos para el manejo de las complicaciones del Covid-19 en todo el mundo, dicho medicamento fue sujeto de compras de pánico y terminó agotándose en las farmacias.
Literalmente miles de personas lo adquirieron y lo tienen de reserva guardado en un cajón en casa por si alguien de la familia lo necesita en algún momento.
El problema es que la carencia de dicha terapia dejó sin opción a muchos pacientes que verdaderamente tienen la necesidad de utilizarlo pues su vida depende de dicho fármaco.
Es el caso de quienes viven con artritis reumatoide y lupus eritematoso, que toman el fosfato de cloroquina de manera programada y sistemática para mitigar los síntomas de su padecimiento autoinmune. El desabasto generado por la compra desmedida y hasta cierto punto inconsciente por parte de la población han dejado a esos pacientes sin acceso a su terapia, con el riesgo de ver afectada su calidad de vida.
Laboratorios Sanfer es una de las empresas productoras del fosfato de cloroquina, cuya marca se llama Aralen con registro sanitario ante la Comisión Federal de Protección contra Riesgos Santiarios (Cofepris).
El director general de Grupo Sanfer, el doctor Dagoberto Cortés, nos informa que a fin de garantizar que el producto Aralen esté al alcance de quien en realidad lo necesita, ha encontrado la manera de mantener el abasto en forma ordenada en farmacias mediante un sistema elecrónico.
Nos explica que dicho mecanismo, disponible desde el miércoles 15 de abril, está dirigido a los médicos especialistas para que a través de ellos y de forma ordenada y confirmada, los pacientes con receta médica y diagnóstico justificado puedan adquirir Aralen en forma sencilla y segura.
La idea aquí es que tanto el fabricante de la terapia como los médicos que atienden a los pacientes que la necesitan estén colaborando para evitar que las personas con artritis reumatoide y lupus eritematoso sufran por un desabasto innecesario de su medicamento. Para Covid19 siguen las investigaciones.
Por lo que toca al uso de la cloroquina en el ataque de la epidemia, hay que decir que aún está en investigación como sucede igualmente con otras sustancias.
Ante la necesidad urgente de encontrar respuestas terapéuticas para el manejo de los síntomas provocados por la infección provocada por el Covid-19, la comunidad científica del mundo reactivó sus hallazgos previos en medicamentos ya existentes cuyas características sobre los virus y el sistema inmunológico podrían ser aplicadas para encontrar respuestas en esta pandemia que azota al mundo entero.
En el caso de la Cloroquina es un medicamento con más de cuatro décadas en el mercado y que se ha utilizado como antipalúdico y en algunas formas de amibiasis extraintestinal, así como en el tratamiento de enfermedades autoinmunes como las mencionadas artritis reumatoide y el lupus eritematoso sistemico.
Con ese fin, se han considerado los resultados de algunos ensayos que han demostrado de alguna forma en estudios in vitro realizados en hospitales chinos de provincias como Wuhan, Jingzhou, Guangzhou, Beiging, Shangai, Chongqing y Ningbo que la cloroquina (fosfato) por sus efectos antivirales y antiinflamatorios inhibe las exacerbaciones propias de la neumonía y reduce considerablemente el tiempo de evolución de la enfermedad.
La divulgación de estos hallazgos ha incrementado, como era de esperarse, de manera exponencial la demanda de este medicamento, de tal manera que incluso, por acaparamiento, desapareció en forma rápida de las farmacias y en la actualidad es sumamente difícil encontrarlo disponible.
Es importante tener claro que el uso y el manejo del producto Aralen -o cualquiera de las presentaciones del fosfato de cloroquina- más allá de las indicaciones terapéuticas autorizadas por Cofepris, es responsabilidad exclusivamente del médico tratante y será únicamente el médico prescriptor quien extienda las instrucciones para su uso y la dosificación recomendada.
maribel.coronel@nulleleconomista.mx
Twitter.com/MaribelRCoronel
Tomado de El Economista