SIGNOS VITALES
Rescatando changarros
Alberto Aguirre
Lentamente transitará el pico de la pandemia. El gobierno tendrá una semana, antes de anunciar el plan para salir del confinamiento. A escala microrregional, desbloqueará las zonas con pocos o nulos contagios de Covid-19. Y aquellos sectores no esenciales que puedan garantizar que frenarán la propagación de la epidemia: manufacturas, logística y ventas al menudeo con entrega a domicilio o sistemas de pick up/delivery.
A la Jornada Nacional de Sana Distancia todavía le quedan tres semanas. Entonces ya no serán las gazmoñas de Hugo López-Gatell, sino los criterios de gobernadores y alcaldes, las que deberán guiar la reactivación de las actividades productivas. Nada de un regreso a la normalidad. La creación de ambientes de bajo riesgo dependerá del cumplimiento de las directrices estatales, que incluirán meticulosas evaluaciones de riesgo y entrenamiento de brigadas para cumplir con planes específicos de seguridad industrial.
La peor parte de la contracción del gasto tuvo lugar a principios de abril –turismo, transporte y restaurantes, son los ramos más golpeados– y ahora mismo, una gran amenaza consiste en el desabasto de productos de primera necesidad. El gobierno federal trabaja a marchas forzadas en la definición del plan de reapertura.
El cierre de la actividad turística y la caída de los ingresos de exportación colocó a las remesas como la principal fuente de divisas para la economía mexicana durante el último bimestre. Según el Ejecutivo federal, 4,000 millones de dólares llegaron a México en marzo, enviados por los connacionales radicados en Estados Unidos.
¿Un efecto fugaz, producto de la autorización para los mexicoamericanos de retirar sus seguros de desempleo, o un aumento en los ingresos de los paisanos? La 4T tiene otros datos y el sector empresarial, una ruta clara para salir de la cuarentena. Mientras, la tarea esencial radica en salvar al mayor número posible de unidades productivas, formales e informales.
La reapertura será gradual y sólo la concurrencia de autoridades sanitarias, científicos y líderes empresariales, evitará tumultos. El principal dilema está en encontrar formas rentables para trasladar a los obreros a las plantas. Después de la sanitización podrán abrir oficinas, restaurantes y plazas comerciales… ¿y los changarros?
Las tienditas, las tortillerías y las panaderías llevan ocho semanas en operación, exentas del decreto que suspendió las actividades no esenciales, pero no podrían aguantar un mes más a Susana Distancia. Los choques simultáneos de oferta y demanda propiciaron un congelamiento de la demanda y la pérdida de medio millón de empleos.
“El negocio de Coca-Cola es la gente”. La frase de Robert W. Woodruff, líder de The Coca-Cola Company durante seis décadas, se ha convertido en la inspiración de los dos programas que la empresa –que tiene 134 años– desplegará para apoyar al canal tradicional de venta de sus productos, que engloba a casi un millón de pequeños comercios que existen en el país.
En esa misma lógica, Grupo Bimbo activará un plan de apoyo a tienditas y misceláneas que incluye incentivos comerciales continuos, así como facilidades del ya existente Crédito Pesito –un programa de apoyo a sus clientes para que puedan tener un mayor flujo de efectivo–, y beneficios con Qiubo, que les permite recibir pagos con tarjeta, cobros de servicios y venta de tiempo aire, entre otros.
Además, en cuanto a la prevención y el cuidado de la salud, Grupo Bimbo ya ha comenzado con la entrega de un millón de cubrebocas de tela a los dueños y dependientes de esos comercios, y anunció la donación de 300,000 caretas plásticas adicionales, para que puedan seguir trabajando, protegiendo de esta manera su salud, la de sus familias y la de sus clientes.
Para reconectar a las tienditas de la esquina con su comunidad, Grupo Modelo desarrolló una app (#TienditaCerca), enfocada en entregas a domicilio. Rápidamente descubrió que además de la plataforma tecnológica era necesario dotar a los tenderos de bicicletas. Pronto regalarán 2,000 vehículos.
En la reactivación económica y la reconstrucción de las comunidades, deberá haber coordinación de los tres niveles de gobierno, los sectores productivos… y los asesores científicos. En Sonora, tras de consultar a los expertos, la gobernadora Claudia Pavlovich consensua un plan para retomar las actividades de manera gradual, ordenada y progresiva entre el 16 y el 22 de mayo para sectores “de menor riesgo”, que van de 17 a 34% de la población, con la aplicación de un estricto sistema de monitoreo y detección oportuna de rebrotes, a fin de evitar contagios explosivos.
Su despliegue procurará equilibrar la salud con la economía, con acento en la aplicación de estrictos protocolos de salubridad. Y su activación estaría condicionada a que al menos 75% de los sonorenses cumplan estrictamente con la sana distancia, las próximas dos semanas.
Tomado de El Economista