El Papa Francisco, durante la misa matutina, criticó la costumbre de la «mordida», a la cual calificó de mundana y «fuertemente pecadora». Advirtió que se trata de una actitud que no viene de Dios, porque él mandó sólo a llevar el pan a la mesa con nuestro trabajo honesto. Señaló que primero se comienza la corrupción con un pequeño sobre, pero después se convierte en una droga y la costumbre de la mordida se vuelve una dependencia». Lo expresó el mismo año-2013- en que fue investido como Jefe de la Iglesia Católica.