Cosmovisión

Por: Raúl López Gómez

 

Los maestros: un faro de luz

 

Los maestros son y han sido la mejor herencia para la humanidad en todos los tiempos, comenzando con el gran maestro Jesús de Nazaret, y también desde los griegos y otras culturas milenarias sentaron las bases para lo que hoy es un hecho, de una realidad sus conceptos y visión del mundo, vigentes a pesar del tiempo.

 

En la modernidad, los maestros de antes, duros, estrictos y regañones, pero en el contraste la calidez, el afecto y el respeto por sus educandos.

 

Los maestros de ahora, en la nueva era, comprometidos y más cordiales, constructivistas, expertos en el aprendizaje significativo y en las competencias múltiples. que vertiginosos los modelos educativos cambiantes ven hacia el futuro.

 

Ahora, todo lo que significa es aprehender el conocimiento, aunque en una realidad un niño de cinco años que nace ya con la tecnología digital clonada y que sabe de todo lo que es el manejo de los aparatos de la nueva tecnología,

 

Se trata de niños y jóvenes expertos en todo lo representa a la era digital y siguen avanzando en la ruta del conocimiento inacabada y renovada cada día

 

La reflexión sobre el verdadero sentir y hacer del maestro en el aula, en cualquier nivel en lo que representa una autentica labor de sacrificio y entrega, un apostolado de servicios por los demás especial de niños y jóvenes

A los maestros: Eres la luz que ilumina la ruta del camino, como un faro que guía siempre el horizonte para llegar a mí destino.

En tu labor callada y consagrada, pules con paciencia tu obra para que al final se logren los propósitos de trabajar con esmero, para hacer crecer a la formación humana, sin esperar nada a cambio cumples todos los días en tu misión de compartir con generosidad los conocimientos, que me servirán en el mañana.

Como un Faro de Luz, siempre estás en el momento esperado, y en ocasiones ayudas con el consejo anhelado, como un padre o una madre en ausencia, cumples una doble función a mi lado, sin esperar nada a cambio, te comprometes a dar el todo de tu esfuerzo diario, con la convicción de sentirte honrado, en una estoica y heroica labor en donde nunca serás debidamente remunerado.

Al entregar la mayor parte de tu vida en la formación de los futuros ciudadanos, que se acordarán de ti siempre en los momentos más esperados, porque tu obra queda guardada en el corazón, de todos aquellos momentos que pasaste a mi lado, observando cada parte del tiempo que se fue volando, para dar oportunidad a otros a seguir presentes en tu misión como un auténtico apostolado.

En tus pláticas y anécdotas contadas cada mañana, hacías que mi mente volara y se transportara por lugares insospechados, que algún día dejarían de ser sueños para convertirse en la realidad anhelada.

Al final del día, con la reflexión de los años, amigo, compañero, padre o hermano, siempre estuviste a mi lado, como un faro de luz que no se extingue y alumbra en mi caminar andado, aunque pase el tiempo nunca se puede borrar de la mente y el corazón las experiencias y los ejemplos compartidos a tu lado.

Gracias a todos los maestros y maestra, por todos estos años vividos, que se convierten en el verdadero anhelo de todo ser humano, aprender para seguir en ese ejemplo de que formar significa crecer en lo espiritual y en el conocimiento, para seguir cada día con la mística y el recuerdo de tu convicción por transformar a los futuros ciudadanos.

Otros serán profesionistas, técnicos o excelentes artesanos, pero siempre llevaran marcados en el corazón el recuerdo de tu gran esfuerzo humano, de formar y crear como un artista a la mejor obra de tu trabajo esmerado, que en ocasiones es olvidado. (Poesía de la niña Lilian Alayne Lagos López)

La esencia del maestro desde el origen de la educación en modelos cambiantes, y en manos de algunos gobernantes quienes desconocen del tema. también ha sido un lamentable fracaso inesperado. Así las cosas.