BANQUILLO POLÍTICO

 

Por: Francisco Mar Morales

 

“LA NUEVA CULTURA DEMOCRÁTICA”

 

“EN SU MÁS AMPLIA ACEPCIÓN, LA DEMOCRACIA

ES LA ÚNICA ESPERANZA DE CONVERTIR NUESTRO

PLANETA EN UNA COMUNIDAD HUMANA”

 

UMBERTO CERRONI

 

 

PARA LOS CC. JOSUÉ CERVANTES MARTÍNEZ Y ALEJANDRO BONILLA BONILLA,

GARANTES DE LA ORGANIZACIÓN DE LAS ELECCIONES EN EL ESTADO DE VERACRUZ”

 

 

 

Por nuestros orígenes prehispánicos, por la conquista, por el difícil proceso de integración nacional del Siglo XIX y XX, por el predominio de la población campesina, por la existencia de un diez por ciento de población indígena, por los bajos niveles de escolaridad y de información, hasta por la caprichosa orografía de nuestro territorio nacional, en México como Nación, aún no tenemos una Cultura Democrática plena.

 

En la teoría contemporánea, democracia corresponde a la forma de gobierno o régimen político en el que el pueblo participa de manera activa y cabal, en la organización del poder público y su ejercicio.

 

Es un concepto dinámico en cuanto búsqueda y realización de una presencia real del pueblo en la toma de decisiones políticas.

 

Como se entiende en la actualidad, la democracia es compatible con casi cualquier forma de gobierno y aun doctrinas políticas opuestas; así tenemos que hay democracia burguesa, socialismo democrático y regímenes parlamentarios y presidencialistas que por igual son demócratas.

 

La democracia, según el tratadista de Derecho Electoral, y primer autor de un libro en dicha materia en México, Dr. Francisco Berlín Valenzuela, es “una forma de vida y un supuesto racional de convivencia que implica la existencia de un orden jurídico surgido de la participación y consentimiento del pueblo, a través de procedimientos idóneos, ésta concepción ofrece un contenido amplio; desde un punto de vista político como forma de vida, liga a la democracia con el proceso de socialización  política del hombre; al ubicarlo dentro del marco jurídico garantiza la libertad e igualdad, y finalmente que es a través de los procesos electorales como el pueblo elige a sus gobernantes”.

 

En razón de la dificultad para el establecimiento de una definición global que corresponda a todas las realidades a las que atañe la democracia, es válido señalar líneas generales o procedimientos universales que indican el nivel democrático de la forma de gobierno de que se trate.

 

Entre los procedimientos principales están:  1) los cargos de los poderes Ejecutivo y Legislativo deben de ser electos directa o indirectamente, en comicios de primer o segundo grado, por el pueblo; 2) participar en las elecciones debe de ser derecho de todos los ciudadanos sin distinción de raza, religión, condición económica y sexo; 3) debe de haber igualdad en el  voto y libertad plena para su emisión, 4) validez del principio electoral de la mayoría numérica; 5) ninguna decisión tomada por la mayoría debe de ir en contra o limitar los derechos de la minoría.

 

En el presente, las formas de gobierno democrático más consolidadas son la república y la monarquía constitucional. Con base en su sentido político, es común un uso extensivo de la democracia para referir el desenvolvimiento de cualquier tipo de organización en la que haya participación activa de sus miembros o asociados; así tenemos, que ponderaciones democráticas alcanzan todos los ámbitos de la actividad humana.

 

La democracia se concibe como un sistema de vida caracterizado por la vigencia plena de la libertad y la justicia social, armónicamente conciliadas como valores fundamentales de la comunidad nacional.

 

En tanto estructura jurídica y régimen político, la democracia se sustenta en la expresión de la voluntad soberana del pueblo en los procesos de formación y ejercicio del poder. La democracia política constituye un requisito indispensable para avanzar en todos los órdenes del desarrollo nacional.

 

La unidad democrática supone que la mayoría prescinda de medios encaminados a constreñir a las minorías e impedirles que puedan convertirse en mayorías, pero también supone el acatamiento de las minorías a la voluntad mayoritaria y su renuncia a medios violentos, trastrocadores del derecho.

 

La democracia se debe entender como un compromiso fundamental, como fórmula para lograr un orden jurídico aplicable a las mayorías y minorías, que es base de la unidad y de respeto a la diversidad,

 

Suscribo el pensamiento que afirma que la democracia es el gobierno del pueblo, para el pueblo o con el pueblo y por el pueblo, y lo complementamos con el imperativo que le da nuestra Carta Magna. Como un sistema de vida fundado en el constante mejoramiento económico, social y cultural del pueblo. De ahí que se considere en la esencia de esta forma de gobierno está el actualizarse y enriquecerse así misma, superando los establecimientos que la estorban o la convierten en rutina. Solo a través de la permanente revisión de su práctica se alcanzará el perfeccionamiento de las normas que rigen nuestra vida colectiva.

 

La democracia en México, no se extingue en el proceso electoral de la mayoría, sino que su sustancia debe de ser el mejoramiento económico, social y cultural del pueblo y llegar hasta donde sea posible, a la igualdad y seguridad.

 

Democracia, es entrañar una transformación que se traduce después a la vida pública, sirve para designar funcionarios, pero nunca se agota en la votación. La democracia se vive todos los días, se conquista a cada instante, se expresa en la obediencia y en el acatamiento a los sistemas que rigen a nuestra convivencia: la Constitución, sus instituciones y los objetivos que ellas persiguen.

 

En las urnas se expresa un momento importante en la vida democrática, pero la elección, no implica simplemente la expresión cuantitativa de voluntad para seleccionar servidores públicos, ahí apenas se inicia el proceso.

 

La democracia, es todo un estilo de vida, es mucho más que un proceso de votación. Hay quien la confunde y con ello confunde al país.

 

La democracia en la generalidad, es la condición fundamental del ejercicio del poder. La democracia, es condición de hombres libres que analizan alternativas y opciones, que tienen libertad para determinar lo que les conviene y lo que no. Es ejercicio de prudencia y de libertad, no es manifestación de violencia. Es en las urnas donde un pueblo responsable, donde un pueblo reflexivo, donde un pueblo que tiene confianza en si mismo, donde un pueblo sabe a donde va, expresa su voluntad, es en esa voluntad, – en la libertad libremente ejercitada-, en donde las calidades humanas se revelan, no en la provocación, el que tiene la razón, no necesita la violencia.

 

La libertad, es un valor esencial de la democracia mexicana y así debe de ser defendido, preservado y acrecentado. Históricamente ha sido arma contra los privilegiados. La democracia, hoy en día, se traduce en el gobierno de mayorías y respeto de minorías.

 

Para la existencia de una democracia plena en una sociedad como la nuestra, es necesario que en la estructura política se vea reflejada la pluralidad de opiniones existentes en ella, pues de lo contrario, las fuerzas marginadas acostumbran adoptar posiciones extremas.

 

La democracia, concede igual valor a la voluntad política de cada cual, respetando por igual toda creencia, toda opinión en que aquella se manifieste. Por eso, toda comunicación política tiene la misma posibilidad de manifestarse y de luchar en la libre concurrencia por la conquista de las inteligencias y de los corazones. Por eso también ha sido considerado con razón como democrático el procedimiento dialéctico de las asambleas populares y parlamentarias en que la libre discusión procede y prepara la creación normativa.

 

El imperio de la mayoría, tan característico de la democracia, se distingue de todo dominio en que no solo presupone por esencia una oposición –la minoría-, sino que la reconoce políticamente y la protege en los derechos fundamentales y de libertad o en el principio de proporcionalidad. Y cuanto más fuerte es la minoría, tanto mas tiende a convertirse la política de la democracia, en una política de compromisos, del mismo modo que nada es tan característico de la concepción relativista del mundo como la tendencia a buscar una compensación entre los puntos de vista contrapuestos, de los cuales ninguno cabe hacer propicio sin reservas y con plena negación del otro.

 

La democracia, es punto de partida de nuestro Sistema Político pero no puede ser un fin en si mismo. Debe de complementarse con igualdad social, acceso a la educación, mejores niveles de vida. Debe ser una democracia integral.

 

En México no hay ni habrá democracia selectiva, sobre la democracia nada, bajo la democracia todo, porque EN NUESTRO PAÍS, NO HAY CAMINO HACIA LA DEMOCRACIA… LA DEMOCRACIA ES EL CAMINO.

 

.