En este DÍA DEL PADRE
Luis Bustos
Desde hace varios años, en esta fecha conmemorativa, he dejado testimonio de lo que, para mí, ha representado la ausencia física desde mis años de secundaria, de Don Gilberto Bustos Cerecedo, mi padre biológico… Más tarde, he recordado con gratitud a Don Agustín Fierro Guereña, papá de Paty, quien de mutuo propio adoptó ese papel para conmigo…. A los dos, mi gratitud eterna.
En esta ocasión, al despertar, y enderezar mis pasos hacia mi lugar de oración diaria, me pregunté una y otras vez: Ante quién voy, todas las mañanas, a mostrar humildad, obediencia y devoción?… ¿Ante quién acudo a confiar mis angustias y mis alegrías?
Y, recordé que, en los últimos días, he aprendido a quien hay que amar con el corazón, el espíritu, la mente y la fuerza… a Él, a nuestro PADRE celestial, en quien creo y confío con plenitud… Es mi FE.
Sentado frente a mi “compu”, empecé a escribir las primeras líneas de esta columna y, sentí la enorme necesidad de abrir mi Biblia y busqué Éxodos 20:12 que dice: “Honra a tu padre y madre, para que tus días se alarguen en la tierra que Jehová, tu Dios te da”. Seguí buscando y me detuve en Levítico 20:9.-Todo hombre que maldijere a su padre o a su madre, de cierto morirá: o que a su padre o a su madre maldijo, su sangre caerá sobre él.
En Juan 5:20, nos dice: Porque el Padre ama al Hijo y le muestra todas las cosas que él hace… En 5:22 dice: “Porque el Padre a nadie juzga, sino que todo el juicio dio al Hijo”…En 5:23 dice “para que todos honren al Hijo como honran al Padre. El que no honra al Hijo, no honra al Padre”… En Ezequiel 18:19 dice “…porqué el hijo no llevará el pecado de su padre.
Como estos textos, hay cientos en las Escrituras, de tal manera que resultaría interminable recurrir a todos y cada una de ellos, por lo que tomándolos como guía, me regreso a lo terrenal y decirle a todos ustedes que me hacen el favor de leer, que de ninguna manera estoy exento de grandes errores, de esos que se traducen en pecados, pero, ahora, estoy convencido en buscar el cambio para alcanzar el perdón de nuestro PADRE celestial y de todos aquellos a quienes, voluntaria o involuntariamente, hubiera ofendido en esta vida.
En este orden de ideas y con motivo de este Día del Padre, quiero mencionar a algunos amigos a los que he conocido en los distintos medios en que me he desenvuelto y que considero que han sabido cumplir con el papel de ser UN BUEN PAPÁ.
En el trabajo, a quienes han sido mis jefes y me han brindado la oportunidad de tener un salario, que ha sido sustento de mi familia y, que, en lo posible, pude constatar que son o eran buenos padres de familia: Manuel Ramos Gurrión (+), Miguel Ángel Yunes, Mario Vargas (+), Fidel Herrera, Flavino Ríos, Carlos Rodríguez Velásco, José Manuel Pozos Castro.
En el gremio periodístico, recuerdo a compañeros que, por la convivencia, les he visto dar todo por sus hijos: Carlos Jesús Rodríguez, Felipe Hákim, Antonio Flores Cancela, Benjamín Domínguez, José Luis Poceros, Andrés Hondall, Miguel Ángel Cristiani, Marcos Cruz (Tlacuilo)… También, a quienes formamos el Grupo de Entre la 4 y la 5: Ezequiel Castañeda, Rubén Ricaño, Gilberto Nieto y Rafael Martínez Zaleta.
Como compañeros de Generación de la Facultad de Derecho, recuerdo a Roberto Dorantes, Mario Marín, Daniel del Ángel, Mundo Sosa, Marcos Flores, Alfredo López Mora, Emilio Coria, Roberto Sosa.
En mi relación con los ministros religiosos, tengo la gran fortuna de conocerlos y ver su actuar como padres a: Miguel Blanco (Maranatha Costa de Oro), Moisés Reyna (Dirigencia nacional Adventista), Rafael Ramos (Miepi), Vicente Castillo (Asambleas de Dios), Armando Díaz (Vida Plena Xalapa,PIBX), Daniel Barrales (Iglesia Bautista), Francisco Limón (Iglesia Presbiteriana), Benito Juárez (Iglesia Anglicana), Salvador Hernández Ferral (I. Presbiteriana), Gilberto Solís (Asambleas de Dios), Jesús Mejía Oliver (Iglesia de Dios en la república Mexicana), Elías Virgen Chipuli (Iglesia Cristiana Interdenominacional) y, cómo no recordar a Mijael, de la Comunidad Judía, que apenas hace unos días emprendió el viaje hacia el reino de Dios.
En relación amistosa de toda la vida, cómo no mencionar a Jero González, Beto Reyes y Jorge Vázques Sangabriel, de Misantla, a Manuel Ponce y Antonio Millán de Coatzacoalcos, Guillermo Thomas, de San Rafael, Pepe Arenas y Francisco Tolentino de Álamo, Jorge Santos Azamar, Juan Herrera Marín, Carlos Modesto, Daniel Sánchez (Dany Boy), Casimiro Gutiérrez, Héctor Yunes Landa, Carlos García Méndez, Jaime Cisneros.
Finalmente, quiero decir que, en estos dos últimos años, he aprendido a conocer a Lalo Andrade, César Moreno y Moy Castro, los tres, excelentes compañeros de trabajo, a los que he escuchado y he visto actuar, como buenos padres, siempre en favor de sus hijos.
A Luis Eduardo, un abrazo cariñoso, lento y pausado, con la mayor confianza en un futuro cercano… sé que es un buen papá.
A todos ellos y, a los que omití involuntariamente, FELICIDADES.