Política incorrecta

 

Veo al mundo como para un nuevo Plan Marshall

 

A ver, hagamos un poco de ejercicio de memoria y revisemos la historia para que no se nos olvide y, la parte trágica se vuelva a repetir. Esto que voy a recuperar sucedió a mediados del siglo pasado.

 

Como todo, tiene apologistas y detractores, un servidor está en el primer bando. No sé si fue la panacea, pero de que ayudó de eso no hay duda.

 

En el año de 1948, recién finalizada la Segunda Guerra Mundial, durante la presidencia de Harry S. Truman en los Estados Unidos –demócrata, fue el que ordenó las bombas sobre Hiroshima y Nagasaki-, encargó al secretario de Estado, General George C. Marshall Jr., la preparación de un plan para la recuperación económica europea. La economía del Viejo Continente había quedado devastada como consecuencia del conflicto bélico.

 

Al plan de recuperación europea se le conoció coloquialmente como ‘Plan Marshall’. Su objetivo fue apoyar económicamente a dieciséis países de Europa occidental, escenario de la guerra y aliados de Estados Unidos. El plan estuvo vigente entre 1948 y 1951, y la ayuda financiera de nuestro vecino del norte fue decisiva para la reactivación de la economía europea, que se vio afectada severamente y metida en una profunda crisis a partir de la posguerra. Había que ayudar a estos países a resurgir de las cenizas.

 

El bloque occidental entró en lo que se conoce como ‘economía de guerra’ por los estragos que esta ocasionó sobre todo a los países que fueron escenario del conflicto y sus principales ciudades que quedaron destruidas. Todos los factores de la producción se vieron afectados, pero principalmente las actividades primarias, sobre todo las agrícolas y ganaderas vieron disminuida su producción y, por lo tanto, sus intercambios comerciales afectados. Era un imperativo incrementar la producción de alimentos y de otros productos de primera necesidad. Había una escasez alimentaria agobiante entre la población sobreviviente.

 

La carestía de alimentos hizo necesario un racionamiento estricto, al tiempo que impulsaba el incremento de los precios. En un contexto marcado por la crisis y el desempleo, la situación era verdaderamente preocupante, de vida o muerte. Evidentemente los Estados Unidos no iban a dar paso sin guarache, ellos refaccionarían a Europa con dinero líquido y a su vez se iban a convertir en los grandes proveedores de la demanda de mercancías. México también se benefició, exportamos alimentos y productos de primera necesidad como azúcar, café y granos, entre otros productos agrícolas.

 

Pero a dónde voy con todo este recuento de la historia no tan antigua, pues a que viendo el escenario de recesión cuasi mundial, es necesario instrumentar un plan de ayuda para los países a los que la pandemia tiene en cuenta de protección. Lo veo factible, el problema que yo veo es que no hay un líder mundial con los tamaños para encabezar una cruzada así. Vamos, Donald Trump encarna al anti héroe que no es capaz de ver más allá de sus costillas. Tal vez Ángela Merkel secundada en segundo plano por Emmanuel Macron y, no sé, tal vez Justin Trudeau y los líderes de países como Japón, Australia y Noruega, más el aporte de los mega millonarios del mundo como Bezos, Gates, Amancio Ortega, Murdoch y los grandes conglomerados que encabezan, por supuesto con la participación de la ONU, la FAO, la UNESCO, los organismos financieros internacionales y el Programa Mundial de Alimentos.

 

Algo hay que hacer porque si no va a ser muy difícil salir de la crisis que nos está dejando la pandemia.

 

gama_300@nullhotmail.com  @marcogonzalezga