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La Razón Online

El referéndum sobre las enmiendas constitucionales que permitirían que el presidente de RusiaVladimir Putin, extienda su mandato hasta 2036 terminó este miércoles tras siete días de votación, ante reportes generalizados de presiones a la población y otras irregularidades.

Los primeros conteos de votos dan, como se esperaba, una ventaja al “Sí”, el último requisito para que Putin obtenga un “borrón y cuenta nueva”, que le haga posible reelegirse por más tiempo.

Por primera vez en Rusia, los centros de votación se mantuvieron abiertos durante una semana, para ayudar a reducir las multitudes en el día de los comicios y para impulsar la participación en plena pandemia, una provisión vista por los críticos como otra forma de manipular la votación. El virus ya había obligado a aplazar la votación, prevista para abril.

POR LA EXTENSIÓN DEL MANDATO DE PUTIN de Alejandro Galindo Sandoval

Como es habitual en las elecciones rusas, el recuento comenzó en el Lejano Oriente ruso y en Siberia oriental, donde primero cerraron los colegios. Con 5 por ciento de los votos escrutados, la Comisión Electoral Central informó que, 69.7 por ciento de los votantes apoya las enmiendas frente a un 29.23 por ciento que las rechaza.

El desenlace es más que previsible: las reformas fueron aprobadas por el poder legislativo al comienzo de este año, y el nuevo texto de la Constitución ya está en venta en las librerías.

Putin tiene casi garantizado obtener el resultado que quiere luego de una masiva campaña de propaganda estatal y de los cambios y el fracaso de la oposición para presentar un desafío coordinado.

OPOSICIÓN ANULADA

Los detractores del Kremlin, sobre todo su principal opositor Alexéi Navalni, no pudieron hacer campaña contra las enmiendas de Putin debido al confinamiento pandémico.

Navalni considera que el referéndum es fraudulento, ya que su único objetivo es garantizar a Putin “una presidencia de por vida”.

El proceso tiene lugar en un momento en el que la popularidad del presidente ruso cae, luego de una criticada reforma de las pensiones y la crisis del coronavirus. De mayo de 2018 a junio de 2020, su tasa de aprobación medida por el instituto independiente Levada bajó de 79 a 60 por ciento.

La votación pone fin a una tumultuosa saga de ocultamiento, engaño y sorpresa que comenzó enero, cuando Putin propuso por primera vez los cambios en un discurso sobre el estado de la nación.

El mandatario ofreció ampliar los poderes del Parlamento y redistribuir la autoridad entre las ramas del gobierno ruso, aumentando la especulación de que podría seguir tomando las decisiones como presidente del Congreso o presidente del Consejo de Estado, cuando su mandato presidencial termine en 2024.

Foto: AP.