Es una parte integral de nuestras vidas, los seres humanos dormimos en promedio un tercio de nuestra existencia, el sueño es una necesidad biológica que nos permite restablecer las funciones esenciales de nuestro organismo tanto en lo físico como en el ámbito psicológico.

El Instituto de Investigación Científica del Sueño, nos dice que el sueño sigue siendo un enigma del que paulatinamente se van conociendo avances, como el recientemente dado a conocer, en donde un grupo de científicos proporcionaron la información sobre un gen descubierto que tiene impacto directo en la cantidad de sueño requerido por el cuerpo.

Esta investigación nos indica la complejidad de los circuitos del cerebro y los diferentes tipos de neuronas que se involucran en el sueño y también nuestro estado de vigía, así lo informó uno de los autores principales de dicha investigación, el científico de la Universidad de California, Louis Ptácek, este investigador publicó junto a otros estudiosos del tema en la revista especializada Neurón, sobre la separación de un gen descrito como ADRB1, descubrieron que la proteína del gen es mutante, es decir no es completamente estable y por consiguiente altera las funciones que se encuentran implicadas en el proceso del sueño, se experimentó en roedores la aplicación de este elemento y descubrieron que al tenerlo los ratones dormían menos, es por lo que los humanos que lo tienen duermen en promedio dos horas menos. En un análisis encontraron que el ADRB1 se encontraba en el llamado “tronco encefálico” que está relacionado con varias de las actividades cerebrales como es la respiración, el movimiento ocular y el sueño.

Este elemento es más activo durante la vigía de los seres humanos, esas neuronas mutantes son más activas y deducen por ello que contribuyen al comportamiento del sueño corto, el proceso de estos descubrimientos sobre el sueño puede contribuir al desarrollo de fármacos para controlar o estabilizar los problemas de la vigía y el sueño.

Concluyeron que una de las funciones más importantes de nuestro organismo es el sueño y no hacerlo de forma correcta incide en muchas afecciones que pueden provocar cáncer, trastornos cardiovasculares y Alzheimer.

Aunque parezca una deducción extraña en realidad dormimos para poder estar despiertos durante el día y creativos, por consiguiente nos permite la supervivencia, es muy importante equilibrar nuestro sueño con todas las funciones de nuestro organismo, el sueño es una forma de recuperar la actividad, para poder seguir la vida en condiciones óptimas, existen diversas teorías las cuales no se unifican con respecto a las funciones psicológicas del sueño, mientras unos siguen los pasos de Freud al proponer que los sueños son deseos reprimidos que surgen en momentos en los que baja la censura, otros autores como Hobson indican que aparecen materiales cognitivos de difícil interpretación y con un alto contenido emocional a los que se les puede dar distintas interpretaciones.