¡Misión cumplida Charleston!
Gustavo Cadena Mathey
Buen día apreciado lector:
Perteneciente a una generación de soñadores; de esos que nacieron sin privilegios, pero con la fuerza y el carácter para alcanzar sus metas, el sureño Fernando Charleston Salinas concluye oficialmente este jueves 30, una larga y positiva trayectoria de 44 años en el servicio público.
Como integrante del Poder Judicial de Veracruz, en el Tribunal Superior de Justicia Charleston Salinas termina como digno magistrado Presidente del Tribunal de Conciliación y Arbitraje y seguramente orgulloso y satisfecho de su camino de vida, mismo que inició como secretario del ayuntamiento de Coatzacoalcos y llevó por diversas etapas en las que sobresalió en el ámbito laboral.
Para orgullo de su familia, siempre se ha distinguido como poseedor de virtudes de las que muy pocos pueden presumir, como son honestidad, capacidad, lealtad, generosidad y humanismo que le han permitido ganar muchísimos amigos y gozar del respeto, estimación y el aprecio de la sociedad veracruzana en el país.
Como presidente del TECA Charleston Salinas siempre pugnó porque los tres poderes de gobierno, integraran una gran mesa de negociación, con la finalidad de abatir de manera congruente, el añejo problema de la falta de pago de los laudos que en algunos casos datan desde el año 2000.
De esta manera siempre se preocupó porque el estado brinde una justicia burocrática de calidad y transparencia, proporcionando a los justiciables, mayor certeza y seguridad para salvaguardar sus pretensiones y coadyuvar así, a la paz social y a la gobernabilidad del Estado. Honor a quien honor merece.
Precisamente con la culminación del mes de julio y el proceso para la reposición de magistrados en el congreso local surge una nueva oportunidad para la reconciliación y la buena marcha de los poderes públicos del estado que todos deseamos en Veracruz.
¿Se acuerdan que En nuestro país y nuestra entidad los gobiernos tanto federal como los estatales están conformados por tres poderes?; son los que tradicionalmente, a la vista de la sociedad, han funcionado con mutuo respeto a las respectivas soberanías para la buena marcha de las instituciones. No es concebible, mucho menos aceptable que se dividan. A nada bueno conduce…
Cuidemos el agua y sembremos buena semilla.