No podemos olvidarlas.

 

Por: Ed. Dr. Claudia Viveros Lorenzo

 

 

En esta celebración de día de muertos me pregunto con angustia cuantas familias han tenido que poner en sus altares las fotografías de hijas desaparecidas o asesinadas a causa de la violencia de género. Y no quiero decir con esto (aclaro rotundamente) que por ello solo esto casos son los importantes y resaltables, pero sí, es un hecho que vivimos en una sociedad que por 2020 años ha estado cimentada en lineamientos machistas, los cuales han hecho creer y sentir a quienes pertenecen al género femenino, que la igualdad no existe, y por lo tanto vamos luchando por alcanzarla. Y pensar en lucha creo que también a veces puede ser contraproducente, porque no deberíamos estar luchando por nada, o ¿acaso los hombres han luchado alguna vez por sus libertades y derechos? Cuando me preguntan si soy feminista mi respuesta rotunda es que sí. Y no perdamos tiempo en debatir sobre si uno se debe manifestar pintando paredes o haciendo destrozos, porque, por desgracia es algo que nos llevaría a la controversia total y no tengo tanto espacio. Los que sí, es que o tienes una posición activa, crítica, pensante, o te dejas apabullar por el conglomerado de “cavernícolas”, que en su mayoría buscan sometimiento, obediencia y completa devoción. Y aquí también aclaro, que cuando hablo de “cavernícolas” por desgracia no solo señalo a personas del sexo masculino, sino también, a un montón de mujeres que no avanzan y no salen de su actitud jurásica, donde siguen educando igual (con aquello de la cantaleta, de que ellas no fueron educadas de otra manera) y haciendo nuevas generaciones de mujeres y hombres machistas.

 

Es un hecho que todas hemos sufrido violencia de género, desde jefes machistas, los bajos sueldos, los “arrimones” en el transporte público y “piropos” explícitos hasta en las escuelas, donde muchas veces se insinúa que solo los niños pueden ser buenos para las ciencias, y las niñas, deben dedicarse a estudiar cosas “adecuadas” para ellas, porque deben pensar en el futuro papel de madres que deberán llevar a cabo, por lo que entre más desahogada sea la carrera universitaria, pues más probabilidades de tener tiempo para “tener su casa en pie” y atender a su marido tendrán. También son comunes los señalamientos sociales, los cuales son muchas veces más nefastos y desgastantes. Si una mujer se divorcia, el señalamiento familiar será eterno, porque debió aguantar todo por los hijos y olvidarse de ella. Si prefiere tener una vida sexual libre y activa, pues definitivamente estará cavando su tumba porque “nadie la querrá para nada serio” o si decide no tener hijos, “rotundamente esta no pensando en el futuro, pues no entiende que nadie velará por ella”. Pensamientos de la caverna. Así un sinfín de situaciones. Ahora solo cito, las comunes, las del diario, pero si profundizamos, entonces vemos que todo derivará en los casos que conllevan a las desapariciones y muertes. 2240 mujeres han sido asesinadas, 1674 homicidios dolosos y 566 feminicidios, en lo que va de este año, lo que representa un promedio de 10.5 muertes diarias, y un incremento del 3.1 a comparación del año anterior, aún estando en pandemia.. A pesar de que el pasado 14 de agosto la Cámara de Diputados de México propuso la homologación del delito del feminicidio para que los 32 estados de nuestro país reformen sus legislaciones, para establecer criterios comunes y condenar con penas entre 40 y 60 años de cárcel, todavía hay mucho trecho por recorrer. Debemos seguir insistiendo que el cambio se debe dar desde dentro, en cada uno y en nuestros primeros reflejos. Y no olvidar, que todos los días muere o desaparece una, y que pudimos haberlo evitado.

 

 

 

Comentarios: draclaudiaviveroslorenzo@nullgmail.com

Sígame en mis redes:

Facebook: Claudia Viveros Lorenzo

Twitter: @clauss77

Linkedln: Claudia Viveros Lorenzo