BANQUILLO ELECTORAL
POR: SEVERO FRANCISCO MAR MORALES
“ESTADOS UNIDOS, LA DIFERENCIA ENTRE GANAR O PERDER UNA ELECCIÓN.
LA MEJOR OPCIÓN: JOE BIDEN
O DONALD TRUMP”
“PARA TODOS LOS MEXICANOS QUE VIVEN LEGAL O ILEGALMENTE EN LOS ESTADOS UNIDOS Y QUE HABITAN EN ESE SINGULAR PAÍS, PROTOTIPO DE UNA NACIÓN FUERTE Y PODEROSA Y QUE HAN ALCANZADO EL SUEÑO AMERICANO, TRASPASANDO FRONTERAS POR UNA VIDA MEJOR, A COSTA MUCHAS VECES, DE ARRIESGAR Y PERDER SU PROPIA EXISTENCIA”.
Es probable que más de 150 millones de votantes depositen sus votos, de manera directa el día de la elección o lo hayan realizada a través de correo postal (hasta el día de ayer, más de 97.5 millones), en las elecciones generales que se celebrarán en los Estados Unidos este martes 3 de noviembre de 2020 en todo el país, resultando ser una de las elecciones más relevantes de la historia moderna no sólo de los ESTADOS UNIDOS, sino para el mundo entero. Se elegirá al nuevo presidente de los Estados Unidos, así también, a un Vicepresidente, a 35 Senadores y 435 Representantes, 13 Gobernadores de Estados y 2 de Territorios (Puerto Rico y Samoa).
Los resultados, no sólo definirán al Presidente y la composición del Congreso Estadounidense, desde luego también replantearán la posición de liderazgo global de los Estados Unidos, así como su trascendental papel y desempeño en el manejo de desafíos compartidos a nivel mundial.
Estados Unidos de América es una República Presidencial Federal. Cuenta con una Constitución que data de 1789, la cual ha sido objeto de escasas 26 enmiendas en más de 200 años.
El Poder Ejecutivo está encabezado por el Presidente de los Estados Unidos de América, electo cada cuatro años. Sus funciones incluyen las de ser Jefe de Estado y de Gobierno. La elección del titular del Ejecutivo se realiza de forma indirecta, es decir, basada en un sistema de representación estatal, donde el candidato que gana las elecciones, lo obtiene por medio de colegios electorales, mediante la selección por parte de los ciudadanos, de 538 electores, quienes son los encargados de designarlo. Cada Estado representa cierto número de votos colegiados ante el “Colegio Electoral” y el candidato que gana las elecciones lo consigue por medio de Colegios Electorales.
El Colegio Electoral requiere que el candidato a la presidencia sea un personaje de relevancia nacional y cuente con la preferencia de diferentes regiones. Una de las consecuencias del Colegio Electoral ha sido establecer las cosas de modo que, a terceros partidos, facciones regionales o personajes menores, les sea más difícil llegar a la presidencia.
El Colegio Electoral se conforma por electores de cada Estado, con un número igual al total de representantes de cada estado al Congreso de la Unión, es decir, la suma entre diputados (representantes) y senadores. A partir de 1965 se aprobó la enmienda 23 a la Constitución, en virtud de la cual el Distrito de Columbia (Washington, D.C.), cuenta con tres delegados al Colegio Electoral, aunque, es importante aclarar, no cuenta ni con senadores ni con representantes en el Congreso.
Los estados con mayor número de votos en el Colegio Electoral son California (55), Texas (34), Nueva York (31), Florida (27), Pennsylvania (21), Illinois (21) y Ohio (20); mientras que Alaska, Delaware, el Distrito de Columbia, Montana, Dakota del Norte, Dakota del Sur, Vermont y Wyoming cuentan con sólo tres votos electorales cada uno.
En la actualidad se eligen 538 miembros al Colegio Electoral. Así los ciudadanos de cada uno de los Estados y del Distrito de Columbia, eligen a una planilla de electores que estén comprometidos con alguno de los distintos candidatos a la Presidencia.
En la mayoría de los Estados, el candidato que obtenga mayor número de votos se lleva la totalidad de la planilla, mientras que en los Estados de Nebraska y Maine se dispone que el partido que obtenga el mayor número de votos habrá de contar con dos delegados al Colegio Electoral, en tanto que los demás se definirán de acuerdo con los resultados en cada uno de los distritos electorales.
El resultado de este sistema de elección hace que el voto popular pase a un segundo plano. En teoría, es perfectamente posible que un candidato obtenga la Presidencia con menos votos que alguno de sus contrincantes. A pesar de ello, casi siempre el candidato triunfador ha gozado del apoyo de la mayoría de la población, como ha sido el caso en todos los comicios presidenciales del siglo XX.
Cabe señalar que un candidato a la Presidencia es proclamado ganador con la mayoría en el Colegio Electoral, es decir, con 270 votos (50% más uno de los 538 votos posibles). En este sentido resulta interesante señalar que, de acuerdo a la Constitución de los Estados Unidos, si el Colegio Electoral termina en empate, la elección sería definida por los 435 miembros de la Cámara de Representantes. Al estar controlada esta por el Partido Demócrata, -232 asientos-, no cabe duda de que su decisión sería darle la presidencia a JOE BIDEN. Pero la misma cláusula otorga la facultad de escoger el Vicepresidente al Senado, liderado hoy día por el Partido Republicano, -53 legisladores-, mientras que los Demócratas tienen 45 escaños, (sólo dos Congresistas son Independientes).
En la elección de los Estados Unidos, se cuenta con la modalidad de voto adelantado, en el cual el ciudadano puede emitir su sufragio días antes de los comicios, lo que facilita determinar a un ganador el mismo día de las elecciones; aunado a ello, desde el año 2008, el sistema electoral estadounidense implementó el voto computarizado.
A partir del año 1852, los presidentes de los Estados Unidos, han sido candidatos del Partido Demócrata o del Partido Republicano. Existen otros Partidos en E.U., como el Partido Verde, el Partido Libertario, el Partido Socialista e incluso existe un Partido Comunista (con una ideología contraria al sistema capitalista que predomina en Norte América.
Sin embargo, Demócratas y Republicanos han sabido adaptarse a los cambios históricos hasta dominar el sistema político bipartidista: eso significa que han ido alternándose en el poder durante décadas, sin que otros partidos políticos puedan hacerles sombra.
El PARTIDO DEMÓCRATA, tiene sus orígenes en el año de1828 y fue uno de los primeros partidos de Estados Unidos. El símbolo del partido es un asno porque el primer candidato que presentaron a las elecciones, Andrew Jackson, tenía fama de terco y sus oponentes le apodaron Andrew Jack-ass (burro).
En vez de enfadarse, Jackson aprovechó el mote diciendo que el burro era un animal humilde y muy trabajador. Al final ganó las elecciones de 1828 y se convirtió en el 7º presidente de Estados Unidos.
En 1854 se creó el PARTIDO REPUBLICANO. Sus fundadores procedían de partidos con ideologías muy diversas, pero tenían un objetivo común: la abolición de la esclavitud. El primer presidente republicano fue Abraham Lincoln, que ganó las elecciones en 1860.
La imagen de los Republicanos es un elefante. El origen de este símbolo está en una caricatura de 1874, que representa la derrota de los Republicanos en las elecciones presidenciales. Los Republicanos dieron la vuelta a la historieta, asegurando que el elefante es un animal fuerte e inteligente.
Para concluir, no se debe perder de vista que el futuro político electoral de los Estados Unidos también lo es el futuro político, y sobre todo económico de México por su gran dependencia en muchos aspectos con el vecino país del Norte.
Baste recordar frases que, aunque lapidarias, dicen mucha de verdad y razón de ser: la siguiente atribuida a Porfirio Díaz: “Pobre de México, tan lejos de Dios, y tan cerca de los Estados Unidos”, u otra muy famosa, atribuida al Embajador de México ante las Naciones Unidas, Adolfo Aguilar Zínzer: “México es el traspatio de los Estados Unidos”, o una más del Gobernador del Banco de México: “Cuando los Estados Unidos se enferma de una leve gripe o catarro, a México le sobreviene una fulminante neumonía”.
“La Nación mexicana es demasiado rica, pero esa riqueza, ese caudal de oro inagotable, perteneciendo a más de quince millones de habitantes, se halla en manos de unos cuantos miles de capitalistas y de ellos una gran parte no son mexicanos”, frase de Emiliano Zapata. “Ser un gringo en México. Eso es mejor que suicidarse” frase del reconocido escritor Carlos Fuentes.
LA MONEDA ESTÁ EN EL AIRE, Y CON ELLO, LA SUERTE Y EL FUTURO DE MÉXICO TAMBIÉN. BIEN LE HARÍA A LA POTENCIA MÁS PODEROSA DEL MUNDO, RETOMAR NUEVOS HORIZONTES EN LA PERSONA DE JOE BIDEN, PERO DONALD TRUMP, NO SE DEJARÁ TAN FÁCILMENTE, ESPEREMOS EL DESENLACE…
@pamar0712