El diputado federal panista, Carlos Valenzuela, informó este sábado a través de un comunicado que sufrió un infarto, por el cual fue atendido en el Hospital Primero de Octubre del ISSSTE, donde el personal médico hizo «todo lo posible para que pudiera seguir con vida».
A continuación el comunicado:
Desde el lunes 14 de diciembre y después de terminar una sesión del Comité Nacional de mi Partido, presenté molestias serias en el pecho, las cuales se incrementaron con fuertes taquicardias y dolores en el brazo. Esa misma noche me trasladé al Hospital Ángeles Lindavista, en donde después de dos electrocardiogramas, una tomografía y una cantidad importante de estudios, los doctores me dieron de alta al presentar una supuesta pericarditis (inflamación de la capa que cubre al corazón). Me enviaron a mi casa y me recomendaron visitar a un cardiólogo para atender mi padecimiento. Me dieron de alta a las 03:00 hrs. del martes 15 porque presentaba una ligera mejoría a mi dolor de pecho.
Durante toda la madrugada y la mañana del martes 15, seguí con dolores intensos en el pecho, pero confiado de que no era nada grave porque en el Hospital Angeles de Lindavista que goza de “prestigio”, habían descartado que se tratara de un infarto.
Continué mis actividades por la mañana, estuve en sesión de zoom con el Alcalde de Veracruz y otros compañeros Diputados, con un dolor muy intenso que hizo que pidiera el consejo de una de las mayores autoridades en salud del País, el doctor Éctor Jaime Ramírez Barba, quien me pidió que me trasladara al Hospital “Primero de Octubre” del ISSSTE”, en donde de inmediato me atendieron porque presentaba todos los síntomas de un infarto. En el área de hemodinamia, los doctores Cabrera, Alvárez y Montes, me realizaron un cateterismo con trombaoaspiración de la arteria descendente, me retiraron un coágulo que estaba obstruyendo la circulación y me instalaron dos stent para salvarme la vida.
Después de la cirugía, en los momentos cuando uno es más vulnerable como Ser Humano, cuando la incertidumbre y la impotencia te quiebran el espíritu, tuve el apoyo del personal de enfermería encabezado por Mariluz, la jefa de enfermeras, además de Laura, Montse, y Verónica en los turnos de la mañana, tarde y noche; y quienes además de auxiliarme con las heridas en el cuerpo me animaron y me tranquilizaron. Después de que escuchaba que una parte de mi corazón había dejado de funcionar.
A los Doctores Cabrera, Álvarez y Montes, mi agradecimiento eterno, porque gracias a su destreza y capacidad en la cirugía, me están dando la oportunidad de seguir viendo crecer a mis hijos y de prevenirlos para que no tengan al igual que su padre, malos hábitos alimenticios, hábitos que me provocaron tener el colesterol y los triglicéridos a niveles intolerables para mi organismo. Las personas que me conocen saben que no soy un fumador regular, jamás he consumido cocaína ni sustancias agresivas a mi corazón. No soy hipertenso ni diabético, por eso mi sorpresa y la de muchos al enterarme del infarto.
Hoy, después de cuatro días de la operación, empiezo a recuperar el ánimo. Sé que mi corazón estará funcionando sólo a una parte de su capacidad, y sé que esa tardanza en la intervención por la falta de destreza en el diagnóstico en el Hospital Ángeles de Lindavista, provocó un daño irreversible en mi organismo. Sé que mi vida tendrá que ser completamente distinta y que ya nunca podré hacer ciertas actividades que me gustaban. Pero a pesar de eso, estoy agradecido con Dios porque aunque mi corazón esté funcionando a la mitad de su capacidad, siempre será mejor a que haya dejado de latir.
Un reconocimiento especial a la Directora del Hospital Primero de Octubre, la doctora Goti, a quien vi haciendo rondines todos los días y preguntando a todos los pacientes cómo los estaban atendiendo.
Algunos pensarán que la atención de calidad que recibí en el ISSSTE, se debió a que soy Diputado Federal. La realidad es que en ningún momento se enteraron que era legislador y la atención que me brindaron es la misma atención que le brindan a cualquier derechohabiente.
Gracias al ISSSTE, por servirle a la Patria de manera noble y desinteresada. Gracias por salvarme la vida y la de millones de mexicanos.
Atentamente
Carlos Alberto Valenzuela González
Sobreviviente de un infarto agudo al miocardio.