LA TRAMPA
Por: Alberto Calderón P.
De los usuarios de Internet 7 de cada 10 han entrado a la plataforma de youtube, las mujeres entran a esta plataforma un poco más que los hombres, el 59% ellas, ellos el 41% y de estos el porcentaje más alta fluctúa entre los 25 y 34 años, como lo menciona una investigación del Instituto Mendel de Aguascalientes.
Son muchas las funciones para las que nos puede servir el youtube, encontramos videos de música, conciertos, información para complementar conocimientos, académicos o personales por medio de los tutoriales, ventas de todo tipo de cosas, tiene un bombardeo permanente de anuncios dirigidos al perfil del usuario, un asiduo a esta y otras redes se convierte en un personaje activo y conectado, se puede ir convirtiendo en líder de opinión, interactúa de forma original entre las diversas plataformas, en ese punto las cosas podrían ir bien, sin embargo la competencia se vuelve un reto para los “hiperconectados” e “hiperconsumistas” que tiene como objetivo fundamental el ser visto por la mayor cantidad de gente, y para conseguirlo son capaces de hacer todo lo inimaginable, comprar cosas inútiles o extravagantes, analizarlas o simplemente jugar con ellas y desecharlas, pero eso sólo es la punta del iceberg, se muestran todos tal cuales son, sin reservas con tal de no perder fanáticos, vemos que dentro de sus retos muchas locuras van desde la ridiculez hasta la violencia, recientemente se han atrevido a golpear simplemente por gusto a personas de la tercera edad y otras lindezas irracionales que a sus seguidores se les hace “chistoso”, ahora mismo muchos jóvenes intentan ser diferentes a los demás, imitando modelos a seguir de los “youtubers”.
Se habla mucho, la tinta corre en los medios impresos o digitales, los análisis, investigaciones, influencia, monetización de algunos, extravagancias, se exhiben como las señales de éxito, pero es una trampa, pensar que el joven o la chica se están autorrealizando es un ilusión, lo que sucede en realidad es que en la difícil e incesante búsqueda de originalidad se autoexplotan, es por ello que la proliferación de la vida ahora se vive para muchos en las redes sociales, donde se busca a toda costa el reconocimiento y ese afán por ser distinto, se inventa cualquier cosa con la finalidad de verse diferente, saberse diferente y a pesar de tanta búsqueda absurda por hacerlo, la gente sigue igual, al final del día agotado solo en el consumo se refleja la diferencia, pero no se decae, llegará un nuevo día y a seguir bregando por ese reconocimiento artificial que se ha vuelto tan necesario, el nuevo día traerá nuevos prospectos de youtubers en todos los hábitos y facetas sociales posibles, es una fase donde la comunicación real se diluye, se debilita, muchos actores se conforman con un “like” ofrecido por amistad a pesar de no ver su obra, artística, locura, payasada, baile exótico, movimiento de caderas u otra falacia, si lo vemos desde otro de los puntos de vista nos acercaremos al narcisismo, a medida que profundiza un prospecto a ser tomado en cuenta y a contar con un incipiente número de seguidores, más esclavos se vuelven de si mismos y de sus cuentas sociales, de la aprobación “del otro”, el autoestima se va minando al grado de hacer cualquier cosa por una manita de aprobación, nos estamos volviendo una forma viviente de una operación algorítmica creada desde lo profundo de oscuros intereses que nos domina en las redes sociales sin que lo percibamos.
Miembro de la Red Veracruzana de comunicadores (REVECO).