Va por más inversión
Agustín Basilio de la Vega
El gobierno no crea la riqueza ni los empleos, es la iniciativa privada, la que con su ingenio y emprendimiento arriesga sus ahorros y contrata personal. A mayor número de granjas, fábricas y comercios también hay más oferta de trabajo. La misión de los gobernantes debería ser el dar facilidades a todo tipo de empresas nacionales y extranjeras, en vez de obstaculizarlas.
Los empresarios no aparecen espontáneamente, sino que se forjan en un ambiente favorable. Se necesita que el Estado simplifique los trámites para abrir una empresa y cree incentivos fiscales. Al principio, los salarios no son tan atractivos, pero estos se mejoran sustantivamente conforme aumenta la demanda de colaboradores y trabajadores.
En México, durante dos años y medio, desde que se canceló la construcción del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México en Texcoco, se ha generado una crisis económica muy grave: la disminución de la inversión privada por falta de certeza y seguridad jurídica ha llevado al desempleo a cientos de miles de mexicanos. Un ejemplo, en el año 2020, la industria de la construcción, que es un termómetro de la salud de la economía, disminuyó un 17 % de acuerdo con el INEGI. Mientras todo el mundo se recupera de los efectos de la pandemia, el PIB de México en el primer trimestre del 2021 cayó el 3.8 % de acuerdo con diversos análisis.
En Acción Nacional sostenemos que “La inversión privada es uno de los principales pilares económicos del desarrollo de los países. Cuando se combinan la libertad económica, un clima adecuado para invertir y un claro respeto a las leyes y buenas políticas públicas, se presenta en automático la inversión privada –nacional y extranjera–, de todos los tamaños y en todos los sectores, desde el más grande nivel empresarial, pasando por el mediano y hasta llegar a la familia, profesionistas con ahorros, pequeños comerciantes o a la juventud emprendedora, quienes deciden invertir y generar empleos, ingresos y, al final, riqueza.”
Por esto, para salir de la crisis se requiere de una “Economía social de mercado, la cual combina la libre competencia, la libre iniciativa y el progreso social”. Con base en dicha filosofía económica, el Estado debe garantizar la inversión privada, sin la cual es imposible generar riqueza, ni desarrollo, en beneficio de las personas. “No se puede pensar en combatir con éxito la pobreza y la desigualdad sin pensar primero en promover la inversión privada, pues ésta detona el crecimiento económico, y a la vez se traduce en creación de empleos”.
Todas las medidas del actual gobierno tienden a inhibir o frenar la inversión privada afectando a las personas más pobres, al impedirles obtener empleos o generar por sí mismos su sustento. Se necesita inmediatamente un cambio. Desde la educación se deben formar personas creativas y productivas y toda la sociedad debe alentar el emprendimiento.
Mi reconocimiento a todos los trabajadores de la construcción en el día de la santa Cruz.
Twitter @basiliodelavega 3 de mayo de 2021