«Xalapa apenas voltea a las campañas. No es fácil identificar los nombres y siglas, mucho menos las propuestas, si las hubiera. Son tantas candidaturas que se agolpan en los lugares de reunión, como los tianguis y mercados, donde desfilan tres o cuatro grupos electorales al mismo tiempo. A primera vista, lo que más distingue es el nombre del candidato, los partidos pasan a segundo plano con poco nivel de identificación. Ya será por su labor intensa que suban en nivel de reconocimiento». Es parte de lo que hoy escribe Uriel Flores Aguayo «El Xalapeñín»