De los Ángeles a los Demonios

 

Dra. Denisse de los Angeles Uribe Obregón

Magistrada del H. Tribunal Superior de Justicia

 

 

A 10 años de las Reformas Constitucionales en materia de Derechos Humanos y Amparo

 

Durante este mes de junio se cumple una década de la publicación de dos trascendentales Reformas Constitucionales que significaron uno de los avances jurídicos más importantes de nuestro país, las cuales han contribuido al cambio de paradigma en materia de derechos humanos, por lo que, a diez años de su promulgación, vale la pena realizar un análisis sobre su impacto en nuestro ordenamiento jurídico.

 

La primera de ellas, fue la Reforma en materia de amparo, la cual se publicó  el seis de junio de 2011; su importancia radica en que modificó de forma significativa el juicio de amparo, ampliando la procedencia de este medio de protección por violaciones a los derechos humanos reconocidos en los Tratados Internacionales suscritos y ratificados por el Estado mexicano, además de introducir la figura del amparo adhesivo y establecer la posibilidad de promover el juicio a quien cuente con interés legítimo, es decir, cuando el acto reclamado viola los derechos humanos afectando la esfera jurídica de las personas.

 

Como resultado de este importante avance legislativo, se logró consolidar al juicio de amparo  como el mecanismo de control constitucional de mayor trascendencia en el sistema jurídico mexicano, colocando a nuestro país a la vanguardia internacional en la protección de derechos humanos.

 

Aunado a este importante logro jurídico, el 11 de junio de ese mismo año, se publicó en el Diario Oficial de la Federación la que es considerada actualmente como la Reforma más importante a la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos desde su promulgación en 1917, pues a través de ella se consiguió ampliar el reconocimiento y protección de los derechos humanos; para hacerlo posible se reformaron once artículos constitucionales.

 

Como resultado de este proceso legislativo se transformó la denominación del Capítulo I. Título Primero de nuestra Constitución, la cual anteriormente se denominaba “De las garantías individuales” y actualmente se titula “De los derechos humanos y sus garantías”;  más que un cambio de nombre, representó un cambio de paradigma, pues a partir de esta fecha los derechos humanos contenidos en los Tratados Internacionales ratificados por México son reconocidos al mismo nivel que los establecidos en nuestra Constitución.

 

Otro avance relevante  fue la integración del principio pro persona en nuestro ordenamiento jurídico, el cual de acuerdo con la destacada académica Mónica Pinto, puede definirse como el criterio hermenéutico, en virtud del cual se debe acudir a la norma más amplia, o a la interpretación más extensiva, cuando se trata de reconocer derechos e, inversamente, cuando se trata de establecer restricciones permanentes al ejercicio de éstos; sin duda la inclusión de este relevante criterio interpretativo ha sido crucial en la protección de la dignidad humana.

 

La citada Reforma también precisó la prohibición de discriminación por motivo de preferencias sexuales, además de consagrar los principios de universalidad, interdependencia, indivisibilidad y progresividad de los derechos humanos como fundamento de la actuación pública.

 

Es preciso hacer énfasis en que, derivado de esta transformación constitucional se han realizado grandes logros en materia jurídica, pues recordemos que, con la publicación de estas Reformas se inauguró la Décima Época del Semanario Judicial de la Federación, dando lugar a un sustancial desarrollo jurisprudencial,

 

Aunado a ello, este  avance jurídico trajo consigo la aprobación de importantes leyes secundarias, así como la implementación de políticas públicas que han contribuido a la creación de una nueva cultura de derechos en nuestro país, acercándonos cada vez más al ideal de justicia al que aspiramos como sociedad.